Julio Martí, director de Noches del Botánico, en su visita a la redacción de Al Cabo de la Calle

Que la música obra milagros es un hecho. Bien lo sabe Julio Martí, director de Noches del Botánico que celebran su cuarta edición a partir del 20 de junio. Nos ha visitado a la redacción, y lo primero que nos confiesa es su pasión por la música.

Tanto es así que en el año 1983 pidió la excedencia cuando era jefe del Departamento de Asistencia Sanitaria del Instituto Nacional de Salud en Valencia. “En un momento de mi vida surgió una encrucijada donde la música es la pasión de mi vida, se me ocurrió hacer conciertos y a eso me dedico”, nos cuenta antes de entrar en harina y responder a todas nuestras preguntas. Con aplastante sinceridad, cercanía y, con su permiso, de tú a tú, empezamos…

No queda más que preguntarte: ¿qué es para ti la música?
Todo. Va desde lo más espiritual a lo más carnal. La pregunta más trascendental que se hace un ser humano es esto de si existe Dios. De si hay algo más poderoso por encima nuestro. Lo único que me hace dudar de la existencia de Dios es la música, porque es lo único divino que conozco en el planeta.

De esa divinidad musical llegamos a junio, el mes de Noches del Botánico que va ya por la cuarta edición. En anteriores años habéis sido Premio Fest como mejor festival de pequeño formato y ya vais camino de convertiros en tradición de Madrid. ¿Con qué ganas encaráis este inicio?
Todos los años lo encaramos con máxima felicidad. El pasado año, en las entrevistas, surgía el reto continuo de: ¿y el año que viene qué vas a hacer para mejorar? Todo el mundo flipó con el cartel y cuesta hacerlo. Pero no tengo esa impresión de que no se pueda mejorar.

Lo único que me hace dudar de la existencia de Dios es la música, porque es lo más divino que conozco

¿Cuál es el secreto?
Nosotros trabajamos con artistas de historia. Qué tienen una tradición, de tal manera que jugamos con apuestas importantes porque queremos mantener la vitalidad y la capacidad de comunicación de grandes artistas. Muchos quedan fuera de estos foros donde todo es cosa nueva, que tiene seguimiento mayoritaria. Y entonces surge la pregunta de dónde sitúas a gente contrastada. Pues ese es nuestro espacio.

Y lo que te digo, creo que a la larga va a ser una apuesta segura, porque llevamos 25 años haciendo festivales en este país. Quiero decir, hay un público 25 años más viejo, que le gusta la música en directo. Yo sé lo que la edad hace con respecto a esas situaciones. Así que queremos una mayor selección, que la experiencia sea más positiva todavía y que puedas ir con tus amigos y familiares a la vez que conoces gente. Estas son algunas de las bases que hacen que cada año lo espere con más ganas.

Woody Allen y su banda abren la cuarta edición de Noches del Botánico

Un arranque, este año, que trae a la capital a Woody Allen. Y a partir de ahí: Ana Belén, Andrés Calamaro, Ben Harper, The Waterboys, El Cigala… ¿Mejor imposible?
El cartel siempre va a ser de este nivel. O eso espero (sonríe). Los grandes emblemas son los que mejor funcionan. He de decir que creo que la parte de programación que todavía necesita vender entradas es mejor, con todos los respetos, que la que las ha vendido. Estamos encantados de la respuesta del público y esperamos en este tramo final convencerles de la apuesta más personal del festival, que es la que está más candente.

Fusión de estilos musicales. ¿Qué buscáis con ello?
Eclecticismo. Nos gusta todo. Esto funciona desde un punto de vista racional, estudiado y pensado. Tenemos muchos días para trabajar, lo que quiere decir que hemos de ser capaces para llegar a todo tipo de público. Y nos interesa que ese público vea lo mejor que corresponda a su situación vital. Manejamos todos los flujos de música popular y por primera vez estamos intentando hacer algo culto. Lo que se llama música culta.

Manejamos todos los flujos de música popular y por primera vez estamos intentando hacer algo culto

¿Cuál, concretamente?
Pues vamos a tener el Concierto de Aranjuez el mismo día que tenemos a Jane Birkin. Al mismo tiempo que con Los Planetas vamos a tener orquesta sinfónica. Es decir que vamos a tener orquesta sinfónica dos días y vamos a tener la obra más emblemática de España en el siglo XX. Son apuestas un poquito más arriesgadas, pero creemos que tienen cabida.

El Concierto de Aranjuez, que además está de aniversario.
Eso es lo que nos ha gustado: su triple efeméride. El 20 aniversario del fallecimiento del maestro Rodrigo, su creador; el 80 aniversario de su creación y el 50 aniversario del Apollo XI que llevaba en su interior una partitura del mismo. Y además con la Orquesta Sinfónica de Mujeres de Madrid. Junto con el maravilloso guitarrista malagueño, Daniel Casares, qué hará de guitarra solista.

Y se añade que la segunda parte de ese día es un concierto pop hippie. Estamos hablando de Jane Birkin que va a reinterpretar la obra del legendario Serge Gainsbourg. Vamos: una noche acojonante.

Dentro de los programas dobles, ¿con cuál te quedas??
Por ejemplo el de The Roots junto a Tank & the Bangas me parece el concierto del festival. Estoy loco por ese día. Es ahora mismo la vanguardia afroamericana en su máximo exponente Claro que te voy a contar, lo mío es el jazz. Pero esto va más allá.

Luego el ‘día de los ciegos’, con Macy Gray junto a Amadou & Mariam con The Blind Boys of Alabama, supervalorados en el mundo del góspel. Va a ser un programa muy emotivo.

Pero y qué me dices de George Benson y Tomatito. Tú sabes lo que cuesta convencer a dos estrellas tan legendarias de que actúen en el mismo día y que además colaboren y hagan algo juntos. Vamos a tener a dos figuras míticas del instrumento de las seis cuerdas en dos géneros, como el jazz y el flamenco, donde las seis cuerdas tienen tanta importancia. Nadie me va a discutir que el concierto más importante de guitarra del año 2019 es este de George Benson y Tomatito.

Y luego pues otro programa doble de Melody Gardot, una asidua nuestra, con José James, que nos trae este tributo que está haciendo al maestro Bill Withers.

Este año también cobra protagonismo la música irlandesa.
Eso ese. Todo este programa doble está rodeado de todo tipo de talento. Siempre hemos tenido ese toque hacia músicas del mundo y este año está dedicado especialmente a la música irlandesa. Con la presencia de The Chieftains, con Carlos Núñez de invitado, que van a hacer un show de tres horas. Algo increíble. O la presencia de la diosa de la música celta: Loreena Mckennitt, que va a presentar su último trabajo después de no haber venido por Madrid en los últimos ocho años.

Para que estas actuaciones salgan finalmente hay mucho trabajo de fondo.
Nosotros nos preocupamos de estar pendientes de las necesidades artísticas de la ciudad. Pero la clave más importante es el equipo de trabajo, que está cohesionado y es magnífico. Una vez que hemos hecho el programa, lo que más nos inquieta es que la gente disfrute. Haya lo que haya. Que llegue un momento que termine el concierto y la gente vaya a la taquilla y vuelva porque sabe que la música está a la altura.

Y la guinda a toda esa programación, imagino, que es el entorno. Inmejorable.
Bueno la Universidad Complutense de Madrid se ha portado excepcionalmente con nosotros. Y el Jardín es maravilloso, con un extraordinario director y un gran equipo de trabajo. Todos trabajamos codo con codo para que el espacio sea inmejorable. Eso hay que mantenerlo como lo que es: un espacio emblemático que este año tiene además una oferta personalizada.

Además vamos a inaugurar un mariposario, con las mariposas de la Comunidad de Madrid. Lo que demuestra que el Festival toca más vertientes y al final creamos esa maravillosa simbiosis que es la música y el espacio Real Jardín Botánico de la Universidad Complutense en Ciudad Universitaria.

noches del botanico
Un escenario único como el Real Jardín Botánico de la Universidad Complutense en Ciudad Universitaria

Vamos, que seas de donde seas, no hay excusa para dejarse caer una de estas noches al Botánico.
La localización es maravillosa para todo el mundo que viva en Madrid y próximo a la capital. Está muy bien comunicado. Si se viene del extrarradio, por ejemplo en coche, hay un parking de 850 plazas a 500 metros del sitio. Un parking que vale 2,15 euros 12 horas. Tengo que decir que un 30% de público nos viene de Getafe, de Fuenlabrada, de Alcorcón, de Pozuelo… Como es verano, se pueden permitir venir al Jardín Botánico. Y eso nos encanta.

Así que tenemos una situación envidiable. También se puede llegar en taxi, paseando, y por supuesto transporte público. Y encima se van a llevar una sorpresa por la programación unida al entorno. Cuando ya lo conozcan van a querer volver, te lo aseguro. Si somos fieles a lo que hacemos, el Real Jardín Botánico de la Universidad Complutense es el sitio más maravilloso y bello de Madrid.

Me comentabas antes que este años queríais darle un toque culto al festival. Los festivales son una mezcla de industria y arte. Es innegable. ¿Cuánto trabajo cuesta equilibrar el negocio con el arte?
No cuesta si uno atempera todo e intenta responder a las cosas con inteligencia, dedicación y pragmatismo. La industria es clave, porque tenemos que vender entradas. Pero somos un festival que queremos vender entradas de artistas de talento. Tenemos un compromiso con el arte. Es viable. Nos preocupamos por indagar en artistas que sabemos que van a corresponder a eso y también en presentar alternativas que económicamente pueden que no funcionen, pero son indispensables.

Es decir, todo depende de la ambición del ser humano. Si estás contenido no quieres dar pasos de más. Porque tus objetivos los vas logrando. Pero nosotros queremos más. Queremos que llegue un momento que, hagamos lo que hagamos, la gente va a ir porque sabe que la música de Noches del Botánico es garantía de calidad y compromiso.

Para lograr eso hay que hacer todo ese esfuerzo continuado. Porque qué fácil sería que en la próxima edición hiciéramos treinta shows que todo lo venden. Se puede hacer, pero no es la filosofía de Noches del Botánico. Nosotros queremos ser industria detrás del talento. Ese es nuestro leitmotiv. Si no hay talento, no nos interesa.

De hecho el problema de la industria ahora es la abrumadora apuesta por la mediocridad. Es un hecho obvio que la crisis de la industria viene de una búsqueda del beneficio constante y permanente. Se puede lograr. Pero quién pierde: la calidad y el arte.

Somos un festival que queremos vender entradas de artistas de talento. Por eso tenemos un compromiso con el arte

Esta es vuestra cuarta edición, como decíamos. Aquí en Getafe tenemos el Cultura Inquieta por ejemplo. Hablando de festivales y a su juicio. ¿Es el mejor momento para organizar un festival de esta envergadura?
Yo estoy muy contento por cómo nos están yendo las cosas, pero sé por feed back de otros que no está siendo un buen año. Entiendo el por qué. Porque las exigencias del público mayoritario, cuando no hay grandísimos grupos en gira, se retrae.

También he de decir que va a ser muy difícil que los festivales tan grandes conviertan sus citas en experiencias. Uno va a tener que estar sabiendo a qué público y perfil se dedica. Los festivales de low cost van espectacularmente bien, pero los más adultos no están yendo especialmente bien. Es decir, más que ser burbuja, los grandes festivales dependerán de sus programaciones. A veces parece que se programa fácil pero no es así.

Y para acabar. ¿Cómo ves al festival y a ti mismo, por supuesto, dentro de un año?. O esperamos a vivir mejor el presente…
Gozamos el presente, por supuesto. Yo vivo el festival todos los días del año. Pero a la vez estoy pensando en el que viene. Para mi es el trabajo perfecto. Y eso que solo soy un elemento más de un engranaje que forma un equipo extraordinario. Cada uno sabemos de nuestro terreno, de tal manera que hemos creado una seña de identidad que nos lleva al éxito y a seguir creciendo. Aspiro todavía a hacer más conciertos y me encantaría que Noches del Botánico tuviera incidencia más allá del periodo estival. No sabemos aún cómo, pero trabajaremos en ello.