Allá por el mes de enero, el día 25 concretamente, saltaba a la opinión pública que el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid condenaba a la alcaldesa de Alcorcón, Natalia de Andrés (PSOE), a cinco años de inhabilitación por la quiebra de la Empresa Municipal de Gestión Inmobiliaria de Alcorcón (EMGIASA), en la época en la que el socialista Enrique Cascallana estaba al frente de la Alcaldía y ella era una de las administradoras de la mercantil.

El Juzgado daba por acreditadas las “graves y constantes irregularidades contables” en la empresa pública. Pero era más duro aún cuando afirmaba que “la concursada EMGIASA, por las razones de la titularidad de su accionariado y de los integrantes de sus órganos de gobierno y de administración en cada momento temporal tras las periódicas elecciones municipales, en modo alguno pretendía recuperar para su patrimonio la inversión de dicha liquidez”.

Traducimos, ni la hoy alcaldesa, ni sus amigos socialistas de entonces, tenían intención de recuperar el dinero que pertenecía a los vecinos de Alcorcón. Así se gestionan los intereses de los alcorconeros.

Como era de esperar llegaron las reacciones. Una de ellas, la del portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid y secretario general de los socialistas madrileños, Juan Lobato. “Si la sentencia es ejecutiva y firme exigiría que ese alcalde asumiera responsabilidades en política. Somos contundentes con las normas, que dicen que los casos de corrupción y penales, el día que se abre juicio oral, la expulsión es inmediata”.

“Somos contundentes con las normas”, dijo Juan Lobato (PSOE-M) sobre la condena a 5 años de inhabilitación mercantil de la alcaldesa de Alcorcón. Quizá esa contundencia iba por irse de fiesta con la citada condenada

Pues señor Lobato, la apertura de juicio oral tuvo lugar y la condena, también. O a lo mejor su contundencia iba por irse de fiesta con la citada condenada, como así ocurría recientemente en las Fiestas Patronales de Alcorcón.

¿Qué ha cambiado de enero a septiembre? Absolutamente nada. Siguen siendo los mismos: Lobato ‘el contundente’ y la alcaldesa condenada. Los protagonistas de una fábula, composición literaria breve, que augura precisamente esa brevedad a ambos dirigentes políticos. Mucho tiempo viviendo de lo público, pese a las “graves y constantes irregularidades contables” que decía el Juzgado de lo Mercantil respecto a la gestión de Natalia de Andrés, en EMGIASA.

Sabido es que los partidos políticos se saltan a la torera sus propios códigos éticos. Ya saben: “Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros”, pero tápense un poquito, al menos a la luz de los focos. Claro que viendo el despliegue energético del PSOE en las fiestas de Alcorcón, mientras el resto nos tenemos que apretar el cinturón lumínico, no es de extrañar. Suerte que en unos meses, los alcorconeros y madrileños volvemos a las urnas que, éstas sí, serán contundentes. Sin matices.