José Quintana, durante la entrevista

Hace ya semanas que el Carplus Fuenlabrada echó el cierre a una temporada frustrante y que desembocó en el descenso a LEB Oro. El club se enfrenta, por tanto, a un nuevo escenario deportivo, pero también institucional ya que José Quintana deja la presidencia del club por motivos de salud después de 17 años y será Germán Cea, nuevo presidente ejecutivo, el encargado de liderar esta nueva etapa.

Recién nombrado presidente de honor, y ya sin más responsabilidad en el club que la protocolaria de su nuevo cargo, Quintana ha querido ofrecer su versión de lo ocurrido este pasado curso en una entrevista concedida conjuntamente a Al Cabo de la Calle y Onda Fuenlabrada.

“Alguien tiene que hacer el balance de lo que ha ocurrido y ese responsable soy yo”, se justificaba antes de remontarse a la planificación del último proyecto para explicar que “cuando iniciamos la configuración del equipo se hace a propuesta de la dirección deportiva, se consulta con el cuerpo técnico y yo suelo tener la última palabra. Y luego está la razón económica. Éramos conscientes”, apuntaba Quintana, “de que íbamos a ir muy justitos por razones económicas, pero creíamos que podíamos ganar diez partidos. Entendíamos que quien llegara a esa cifra se salvaba”.

«Éramos conscientes de que íbamos a ir muy justitos, pero creíamos que podíamos ganar diez partidos»

Sin embargo, “lo que pasa es que todo esto”, en alusión a sus previsiones, “se va al traste con la operación Ristic”, al fichar por el Fenerbahce, “ya que no solo se llevan a nuestro jugador franquicia sino que encima nos quedamos sin Bassala” -Bagayoko-, “que había tirado la puerta del primer equipo con 16 años y estaba jugando de forma espectacular. Sin Ristic y sin Bassala la situación cambia”, admitía antes de precisar que “la agencia de representación de Ristic nos dijo que nos traería un jugador que le podría sustituir por cantidades económicas parecidas”. algo que ya pasó en su día con la marcha de Stevic al Gran Canaria, “pero eso después no ocurrió y nos dejaron tirados”.

El ya expresidente aseguraba que “intentamos fichar pronto, pero la gente sabía que Ristic ganaba en torno a 150.000 euros netos y nos pedían el doble. No hubo forma, y cuando la hubo no tuvimos suerte porque podíamos poner un dinero parecido, pero no más, Vino un jugador” -Willie Reed- “que tenía una lesión cardiaca”, por lo que hubo que descartarlo, “y luego el francés que iba a sustituir a Jeremy” -Senglin- “va y se lesiona antes de venir. Ha habido una sucesión permanente de estos temas y no nos ha acompañado la suerte”.

«Todo se va al traste con la operación Ristic porque no solo perdemos al jugador franquicia sino también a Bassala»

En cualquier caso, insistía en que “éramos conscientes de que salíamos con una situación económica muy complicada. No nos podíamos jugar la supervivencia del club si nos íbamos a más de 1.100.000 euros en gasto de jugadores, cuerpo técnico y cantera. Sabíamos que teníamos el presupuesto más bajo de la competición con diferencia y que incluso cuatro equipos de la LEB tenían más presupuesto que nosotros”, decía a modo de justificación, aunque concediendo que “alguna culpa de lo ocurrido tiene uno y por eso me siento responsable”.

Cuestionado por las razones del atolladero financiero de este pasado curso, Quintana esgrimía motivos “como el problema del anterior patrocinio, que de tres años se queda en dos y no nos paga ni siquiera la mitad, lo cual ya genera un agujero. Y luego lo de haber estado dos años de pandemia sin ingresos de aficionados y de determinados patrocinadores. La temporada anterior”, especificaba, “salimos ya con 780.000 euros de agujero y al final nos metimos en 100.000 euros más para reforzar el equipo, pero este año no lo podíamos hacer porque si lo hacíamos nos echaban de la liga, además de dar en quiebra la sociedad”

Toda esa situación desembocó “en que tuvimos unos problemas de la leche”, si bien aclaraba que “hemos pagado a todo el mundo, menos el mes de junio. Es verdad que desde finales de diciembre y hasta principios de febrero tuvimos unas semanas en las que no pudimos hacer frente a los pagos porque no disponíamos de tesorería para pagar a todo el mundo”, lo cual generó un serio problema con parte de la plantilla. “Hablamos con ellos”, indica, “para utilizar una fórmula a través de la liga para conseguir un adelanto, pero eso no se hizo y uno de los que más combatió esa propuesta era Jovan” -Novak- “porque nos hemos enterado después. Los que dieron la cara fueron Hannah y Senglin y pensábamos que eran los malos, que también, pero el verdadero malo estaba detrás agachado”, en referencia al jugador serbio.

«Si no fuera por la enfermedad yo seguiría de presidente, siempre que hubiera contado con la confianza de la propiedad del club»

Pese a que la temporada resultó mucho más adversa de lo esperado, Quintana opinaba que “errores garrafales no hemos tenido. Lo que hemos hecho mal es que a lo mejor la temporada anterior no nos teníamos que haber gastado lo de los dos últimos jugadores que fichamos, pero estábamos ahí para mantener la categoría”, algo que se consiguió en la última jornada, “y este año el principal error que he cometido fue que pensé que la agencia de Ristic nos traería un jugador de esas características en un precio parecido y no fue así. Y considero que nunca es un argumento hablar de la mala suerte, pero la realidad es que la hemos tenido”.

Con la vista puesta en el futuro, adoptaba un perfil moderadamente optimista al señalar que “después de varias gestiones creo que vamos a estar con bastantes posibilidades, no digo de ascender porque es una liga que es otro baloncesto muy distinto del que venimos, pero sí para competir en buenas condiciones y hacer un equipo por lo menos con siete jugadores de nivel top de la Liga LEB”, recalcaba.

Otro de los puntos en los que se mostraba categórico tenía que ver con el momento de su salida y si hubiera preferido otra coyuntura. “Si no fuera por la enfermedad yo seguiría de presidente”, afirmaba, “de eso no tengo ninguna duda, siempre que hubiera contado con la confianza de la propiedad” y sin obviar que “cuando estás siempre en presupuestos muy humildes tienes el riesgo de descender”

«Vamos a intentar empezar a fichar gente con más carácter y más comprometida; ahora será más fácil»

“La historia ahora es poner en valor a dos jugadores del club, Bassala y Malique, que son los dos únicos jugadores que tienen contrato junto a Rodijs” -Macoha- “y luego vamos a intentar empezar a fichar gente con más carácter y más comprometida. Eso ahora se puede hacer más fácilmente porque las cifras no son las mismas y puedes ofrecer otras condiciones”, lo cual le llevaba a plantear “un proyecto deportivo para los próximos tres años, que nos pueda servir para tirar hacia arriba en la LEB y luego en ACB si subimos”.

«EL DESCENSO NO JUSTIFICA UNA ESTRATEGIA CAMORRISTA»

En el transcurso de la entrevista, José Quintana se mostró especialmente combativo contra un sector de la afición del Baloncesto Fuenlabrada que a su juicio ha causado un enorme daño a la entidad. “Yo puedo entender que la gente se queje y que critique, estaría bueno, pero me parece que el descenso no justifica desarrollar una estrategia camorrista. Puedo entender que pidan mi dimisión, la del cuerpo técnico, la de la junta directiva o la dirección deportiva, pero lo que no puedo entender es esa imagen que se traslada de destrucción y de hacer daño al club”.

En ese sentido, denunciaba que “nosotros teníamos cerrado un contrato de 150.000 euros con una empresa china y eso lo hemos perdido a cuenta de esta bronca”, además de indicar que “hay gente que en una cuenta de Twitter le dice a nuestro patrocinador, a Carplus, que porqué continúa en un club que está a punto de ir a la quiebra, etc, generando una imagen negativa”.

El expresidente iba más allá en sus críticas al sostener que “me hace gracia que cuando ellos piden la dimisión de todo el mundo es libertad de expresión, pero luego si no coincides con ellos la libertad de expresión les molesta y amenazan a otra gente de otras peñas, y cuando sacan un comunicado crítico pero poniendo en valor la labor de 25 años atrás les llaman palmeros, amenazan a algún empleado, etc”.

“Esta estrategia dañina y destructiva contra el club no tiene sentido”, reiteraba Quintana antes de añadir que “no sé qué decidirán las personas que están en el consejo de administración junto al nuevo presidente ejecutivo, pero creo que no tiene sentido que estas 30 personas sigan en el club. Si yo hubiera continuado en el club no hubieran tenido renovado su abono. Si mañana quieren mandar en el club, que vengan con los dos millones y pico que puso en su momento la propiedad y que lo compren. Están dañando a la entidad y al resto de la gente. Todos sentimos que el club haya descendido, pero lo que no tiene sentido es que no aceptes el descenso y tires contra todo”, apostillaba.