Imagen de la recreación de 'Moros y Cristianos' (foto: Ayto Leganés)

Los vecinos de Leganés tuvieron ocasión de disfrutar eSTE pasado sábado de dos eventos vinculados a la tradición cultural y festiva que sacaron a las calles a miles de personas en un día sin duda muy especial y el que además la bonanza meteorológica se convirtió en una inmejorable aliada.

Uno de los actos tuvo carácter inédito en Leganés, que por vez primera acogía una recreación histórica de ‘Moros y Cristianos’ representada por distintas agrupaciones de la localidad de Valera de Abajo (Cuenca). Un espectáculo que se viene representando en el municipio conquense desde el siglo XVI y que fue declarado Bien de Interés Cultural en Castilla-La Mancha el pasado mes de noviembre.

La jornada comenzaba con una misa en la parroquia de San Salvador, en honor al Santo Niño, y a continuación la comitiva recorría las calles del centro de la ciudad recreando las tres batallas dialécticas entre los generales de los ejércitos otomanos y cristianos. Según las estimaciones de Protección Civil, más de 6.000 personas asistieron a esta representación en distintos puntos del recorrido.

«Hay que poner en valor nuestras tradiciones, nuestra historia. La gente tiene que saber queLeganés tiene su vinculación con la historia musulmana y la historia cristiana, con la Reconquista. En nuestras calles corrió don Juan de Austria, que fue el líder de la batalla de Lepanto», recordaba el alcalde, Miguel Ángel Recuenco.

ALCALDESA POR UN DÍA

El espectáculo de ‘Moros y Cristianos’ coincidía en el tiempo con la ‘Festividad de Las Águedas’, evento organizado por la Casa de Salamanca que cuenta con un elevado arraigo en Leganés y en el que las mujeres adquieren un papel protagonista.

En este caso, las mujeres participantes en la comitiva recorrieron las calles de la ciudad ataviadas con sus trajes típicos hasta llegar a la Casa Consistorial, donde llevaron a cabo una serie de bailes tradicionales. Allí fueron recibidas un año más por el alcalde, en esta ocasión Miguel Ángel Recuenco, que hizo entrega a Ana Vilarón del bastón de mando para convertirse en alcaldesa por un día.