El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta Los impresionistas y la fotografía, una exposición que quiere descubrir la repercusión que la invención de la fotografía tuvo en el desarrollo de las artes plásticas en la segunda mitad del siglo XIX y plantear una reflexión crítica sobre las afinidades y mutuas influencias entre pintura y fotografía.

Comisariada por Paloma Alarcó, jefe de conservación de Pintura Moderna del Museo Thyssen, la muestra cuenta con el apoyo de JTI y la colaboración de la Comunidad de Madrid y presenta 66 óleos y obras sobre papel y más de 100 fotografías, de fotógrafos como Gustave Le Gray, Eugène Cuvelier o Félix Nadar y pintores como Camille Pissarro, Claude Monet o Alfred Sisley. A partir del 15 de octubre y hasta el 26 de enero de 2020.

La aparición de la fotografía cambió radicalmente el modo de contemplar el mundo y de representar la realidad por parte de los artistas, particularmente de los pintores impresionistas, a quienes les valió no solo como fuente iconográfica, sino también como inspiración técnica.

Asimismo, por influencia de la nueva factura impresionista, algunos fotógrafos comenzaron a preocuparse por la materialidad de sus imágenes y buscaron fórmulas para hacer sus fotografías menos precisas y más pictóricas, consiguiendo ganar paulatinamente credibilidad artística.