Los puentes y las pasarelas peatonales de Getafe conocieron tiempos mejores. Cierto que nunca fueron los ‘Puentes de Madison’, pero a día de hoy su estado es lamentable, fruto de años de abandono por parte de absolutamente todas las administraciones (local, regional y nacional), hasta convertirse en el símbolo de una ciudad que necesita urgentemente un cambio de modelo.

Por sus características geográficas, Getafe está ‘partida’ por carretas nacionales, como la Autovía de Toledo (A-42) o la Autovía de Andalucía (A-4); también por regionales, como la M-45, M-50 o la M-406. En todas ellas existen puentes y pasarelas peatonales, que sirven para comunicar los distintos barrios getafenses. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, la degradación que sufren estas instalaciones es alarmante.

La oxidación de los materiales es evidente y no solo supone un problema estético, pues a la vista está de las imágenes. También son peligrosos para la salud, pues agarrarse a cualquiera de las barandillas de estas pasarelas se convierte en un deporte de alto riesgo. Además, las pintadas y grafitis de mal gusto ‘decoran’ estos elementos que dan la sensación de una ciudad decadente, sucia y desamparada.

Un Ayuntamiento como el de Getafe, que solo en ‘enchufes’ políticos gasta medio millón de euros, bien podría permitirse un repaso a sus puentes y pasarelas peatonales. La puesta en marcha de un plan ‘anti grafitis’ a buen seguro que sería bien recogida por la ciudadanía. Algo que ya se hace en otras ciudades del entorno, como Fuenlabrada. Sin embargo, en Getafe, el Gobierno de PSOE y Podemos está a otros menesteres.

FALTA DE ILUMINACIÓN

Usar estos pasos elevados, además, se ha convertido en un auténtico peligro por las noches, ya que la iluminación, en muchas ocasiones, brilla por su ausencia, lo que se suma así a la falta de mantenimiento y limpieza. Sin ir más lejos, este mismo martes, se hacía palpable la oscuridad sobre el puente de la A-42, en el entorno de El Rosón.

Y no es una cuestión única de este barrio, sino que, a principios del 2023, los vecinos del Sector III también sufrieron uno de tantos apagones que, especialmente, afectaba a la pasarela del barrio.

Una preocupante oscuridad en estos emplazamientos, máxime en una ciudad, donde la delincuencia no para de incrementarse en cada estadística publicada por el Ministerio del Interior.