Sánchez, en la reunión con el Rey Abdalá de Jordania - Moncloa

El presidente del Gobierno inicia el tercer trimestre del curso político, justo después de Semana Santa, con un breve tour por Oriente Medio, que contempla visitas a los mandatarios y Jefes de Estado de Jordania, Arabia Saudí y Catar. Los principales puntos de su agenda son el cambio de impresiones con los líderes árabes sobre la situación en Gaza, el alto el fuego humanitario y la solución de los dos Estados al conflicto palestino-israelí, incluyendo también visitas a proyectos de cooperación y ayuda a los refugiados palestinos en Jordania, así como reuniones con empresarios españoles con intereses en Arabia Saudí y en Catar. 

Aunque desde el Gobierno se afirma que la cuestión de la entrada de Arabia Saudí en el capital de Telefónica es secundaria, hay pocas dudas de que se abordará y de que es, si no el principal, uno de los principales motivos del viaje. No en vano, el Gobierno, en pleno frenesí comprador a través de la SEPI, 25 años después de su privatización, para llegar al 10% del capital de la operadora y blindarla ante tomas de control extranjeras, movimiento que ha proporcionado pingües beneficios a la estatal Saudi Telecom al hacer subir las acciones de la blue chip española, y al que los saudíes han anunciado que responderán comprando acciones a su vez, hasta alcanzar por lo menos el 9,9% del capital, como ya anunciaron. 

No obstante, Sánchez quiere poner el foco de su viaje en el conflicto palestino-israelí, exigiendo un inmediato alto el fuego, y pidiendo explicaciones por el bombardeo israelí que ha costado la vida a al menos siete trabajadores de la ONG World Central Kitchen (WCK), del chef José Andrés, que desarrollaban su actividad en el centro de la Franja de Gaza. 

Su afirmación de que España reconocerá en los próximos meses al Estado Palestino, cuestión en la que compite con Yolanda Díaz por el papel protagonista -la vicepresidenta Segunda del Gobierno también ha anunciado otro viaje a Oriente Medio-, con el telón de fondo del carrusel electoral de los próximos dos meses (País Vasco, Cataluña y Europeas), ha provocado las críticas del PP, en boca de su portavoz parlamentario, Miguel Tellado, que ha acusado a Sánchez de escudarse en el reconocimiento del Estado Palestino, cuestión que debe ser abordada a nivel europeo, para “tapar problemas internos”. 

Problemas internos que empiezan a acumularse sin tregua: la “trama Koldo”, el escándalo de Air Europa que salpica directamente a la esposa del presidente, la exhibición militar marroquí en aguas canarias, la Ley de Amnistía, el continuo enfrentamiento con sus socios de Sumar son sólo algunos de los graves problemas que Sánchez tiene sobre la mesa.