El curso político en Getafe, en este inicio de 2019, se aventura inciertamente apasionante en el terreno político. Como relata el Premio Planeta 2018, Santiago Posteguillo, en Africanus: El hijo del cónsul, hay que pensar que “cada variable es una posibilidad, cada posibilidad una incertidumbre y cada incertidumbre una oportunidad”.

Esa oportunidad en Getafe, hoy, es acabar con los nefastos cuatro años de Gobierno de Sara Hernández y el PSOE al frente de la Alcaldía, a la que llegaron gracias a la alfombra roja tendida por Ahora Getafe que, en esta legislatura, ha acabado desangrada. La ocasión que brindan las urnas para poner fin a este Gobierno se torna pintiparada si las alternativas saben moverse con tiento y atino a estos vientos de cambio que soplan con fuerza desde que el socialismo ha terminado tras cuarenta años de poder en Andalucía.

La llegada de Juan Soler y su equipo al PP de Getafe significó el cambio y el fin de la hegemonía del PSOE en la ciudad. Una senda que debe continuar este 2019

Pero hasta que llegue la oportunidad, como relata Posteguillo, reina la incertidumbre. Sobre todo en el principal partido de la oposición, el PP. Los populares no terminan de definir sus líneas de ‘ataque’ en esta ‘guerra electoral’ que se avecina de aquí a mayo. Como siempre que ocurre en tiempos inciertos, se abre el telón a la especulación. Y lo que dicen y se rumorea en los mentideros sobre el posible candidato popular no es nada halagüeño, pues se barajan nombres como el de Carlos González Pereira, un perdedor nato en Getafe.

De hecho en 2011, la dirección del partido lo ‘catapultó’ a la Asamblea de Madrid para que hiciera lo que mejor sabe hacer: nada. Patada hacia arriba que significó el desembarco de Juan Soler y su equipo para acabar con la hegemonía socialista de Pedro Castro y ganar la Alcaldía. Cuatro años estuvo en el poder el PP que, arrastrado por las siglas nacionales de Mariano Rajoy, volvió a ser el partido más votado en 2015, pero sin la fuerza necesaria para repetir gobierno.

La debilidad del PSOE en Getafe es evidente. Su situación es crítica. Pero como aviso a navegantes: “menospreciar al enemigo es el camino de la derrota”

En estos aciagos años del Gobierno del PSOE en Getafe, el PP ha liderado la oposición en Getafe y desde 2017, con Rubén Maireles elegido por la mayoría de la militancia como presidente en primarias, se ha intensificado la labor constructiva del partido en la ciudad, siguiendo esa senda ganadora del 2011 que ahora podría truncarse. Y se perdería esa estela si se elige de candidato -como se rumorea en los corrillos- a alguien de escasa talla política como Carlos González Pereira, alejado de la ciudad desde hace dos legislaturas. Un municipio, Getafe, que ha cambiado 180 grados y que en nada se le parece a aquel en el que el PP de Pereira perdía elección tras elección.

Como la oportunidad de derrocar a Sara Hernández es única, y quedan aún días por delante para la reflexión, convendría que los dirigentes del PP nacional y regional sopesaran profundamente los pros y contras de cambiar, a última hora de partido, una estrategia que desde 2011 funciona. La debilidad del PSOE en el municipio es evidente, pero argumenta el propio Posteguillo en Africanus: “Menospreciar al enemigo es el camino de la derrota”. Sirva como aviso a navegantes de lo que puede venir con gente como Pereira.