Si hay algo que despierta pasiones encontradas en este bendito país que es España es nuestra selección. Bueno, nuestra selección y Pedro Sánchez, aunque para asuntos relacionados con el presidente deben dirigirse a otra ventanilla. Ésta es para ‘la roja’ y su peregrinar por la Eurocopa 2020.
Dados como somos a polemizar con cualquier cosa que tengamos a mano, la convocatoria de Luis Enrique ofreció los primeros argumentos para que sus detractores, que no son pocos, le saltasen a la yugular, que para eso de hacer amigos el asturiano se las gasta como nadie. Luego llegó la frustrante puesta en escena frente a Suecia y Polonia y los improperios se escuchaban hasta en el más remoto rincón de la Antártida.
Pero como aquí también somos dados a envainárnosla como nadie, han bastado dos exhibiciones ante Eslovaquia y Croacia para presumir de una inquebrantable españolía. Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, así que ojalá se mantenga este arrebato frente a los suizos.
