Tras la clausura del Campo de Fútbol de El Restón de Valdemoro, por parte de la Real Federación Madrileña de Fútbol, los responsables federativos se han comprometido a inspeccionar el de Las Bolitas del Airón. Y todo parece indicar que la decisión será la misma. Porque estas instalaciones también están en un lamentable estado, por la falta de mantenimiento.

Y es que la desidia de los responsables municipales en lo que se refiere a las infraestructuras deportivas de la ciudad es notable. Una semana tardó en reaccionar la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Valdemoro a la clausura de El Restón. La reacción fue un comunicado en el que ha anunciaba el cierre del campo de fútbol ya clausurado por la Federación.

En el escrito, el Gobierno local aseguraba que tomaba la decisión “con el propósito de impedir que se puedan producir lesiones entre los jugadores”. Y que la concejal de Deportes, Nieves Pérez Couso, tomaba la decisión “tras tener conocimiento por terceros del acuerdo de la RFFM y atendiendo a los informes de los técnicos municipales”.

Y, cómo no, las prisas. Porque la concejala anunciaba que su Concejalía iniciaba un procedimiento para contratar los trabajos de reparación y acondicionamiento del terreno de juego con carácter urgente por un importe de 48.279 euros y un plazo de ejecución inmediato desde la adjudicación del contrato. La presentación de ofertas concluía el 2 de marzo.

Desde el Grupo Socialista, su portavoz, Serafín Faraldos, señalaba que “aunque el Equipo de Gobierno de Ciudadanos sabía que esto podía suceder debido a la falta de inversión en las instalaciones deportivas municipales, desde el pasado 17 de febrero la Federación tenía conocimiento de que la competición se podría suspender. Si hubieran tomado una decisión rápida y eficaz, usando la Ley de Contratos, en este caso vía contrato de emergencia, estaríamos ya con la solución en marcha y no estaría el campo de fútbol suspendido para cualquier tipo de práctica deportiva”.

«NO SE PUEDE GARANTIZAR QUE LA COMPETICIÓN SEA JUSTA»

En Las Bolitas las cosas pintan muy parecidas. Este medio ha tenido ocasión de visitar las instalaciones con árbitro federado y usuarios. La conclusión del profesional del arbitraje es clara: Jugar se puede jugar, pero no se pude arbitrar. “Si el árbitro no puede ver bien las líneas, es imposible que haya un arbitraje justo, que el partido no se pueda desarrollar normalmente. El estado de estos campos dificulta mucho el arbitraje, que en los partidos federados tiene que ser una figura imparcial, y no se puede garantizar que la competición sea justa”.

Este fin de semana pasado, según informa Izquierda Unida en un comunicado, fueron suspendidos 2 partidos de categoría juvenil (fútbol 11) en los terrenos del Prado y Bolitas de Airón. En el caso del Bolitas, el arbitro reseñó que los banquillos de este campo están destrozados también. El pasado jueves operarios enviados por el ayuntamiento, estuvieron cambiando focos de la iluminación del campo de las bolitas, que no eran suficientes ni tenían la potencia adecuada.