Le ha costado sangre, sudor y lágrimas, pero el Alcorcón ganó al fin su primer partido de la temporada como local. Los de Fran Fernández firmaron ante el Racing de Santander uno de sus partidos más completos en lo que va de campaña y acabaron imponiéndose por 3-1 gracias a los tantos de Jacobo González, Addai y Javi Castro.
Números en mano, esta victoria permite al conjunto alfarero alcanzar los 13 puntos y situarse en la 19ª posición -todavía en puestos de descenso-, pero igualado a puntos con el Villarreal B, que es el equipo que marca a día de hoy la frontera de la permanencia.
El primer éxito casero en lo que va de curso se hizo de rogar hasta la séptima intentona, si bien los integrantes del colectivo alcorconero confían en que el triunfo de este domingo sirva para que Santo Domingo vuelva a convertirse en el principal aliado del ‘Alcor’ en la consecución de sus objetivos, en este caso el de mantener la categoría.
PUNTO DE INFLEXIÓN
Óscar Rivas, por ejemplo, afirmaba tras el encuentro ante los cántabros que «no queríamos seguir en esta situación, con tantas derrotas y empates, y hemos demostrado que Santo Domingo puede ser un fortín», indicaba antes de sostener que «esta victoria ha sido un ‘click’ para nosotros. Nos hemos cansado de la situación, hemos dado un paso al frente todos y se ha visto sobre el campo».
En la misma línea se pronunciaba Xavi Quintilla, para quien «el equipo ha salido en la línea de dominar, de ser más valiente y de creerse que tenemos que hacer de Santo Domingo un fortín. Si creamos este vínculo con la afición y seguimos trabajando así, el equipo puede salir de ésta», pronosticaba.
La victoria resultó balsámica para el equipo en su conjunto, pero sobre todo para su entrenador, Fran Fernández, quien reconocía que «me he quitado un peso de encima, aunque lo importante no es cómo esté yo sino los chicos», decía a la par que admitía que «necesitábamos esta victoria. Y por encima de la victoria necesitábamos jugar así, ya que ha sido un partido muy completo y con el equipo muy enchufado. Esto tiene que ser un punto de inflexión para nosotros», apostillaba.
