Ana Gómez con dos de sus compañeros en la Asamblea de Madrid

Ana Gómez, la candidata perdedora del Partido Popular de Alcorcón en las elecciones municipales de 2019, ha jurado su cargo como diputada de la Asamblea de Madrid.

Es Ana Gómez una candidata inédita y tan perdedora, que hoy todavía nadie se acuerda de que en 2019 era la candidata del partido político más votado por los madrileños (y también por la gente de Alcorcón) en 2019.

La mujer que, vaya usted a saber porqué, venía a recoger el legado de David Pérez, el mejor alcalde de esa ciudad, para renovar ese Gobierno municipal, y fracasó.

Ana Gómez ni era una candidata ni lo debiera haber sido nunca, pero ha sido en esta última legislatura, la portavoz del principal partido de la Oposición en Alcorcón.

Una Oposición que nunca ejerció, porque no sabe, y un liderazgo en la Oposición que nunca ejerció porque no quiso. Pero una Oposición inútil que, vaya usted a saber porqué, le reconocieron en la primera planta de Génova, 13.

Ana Gómez es un peón del Partido Popular de Madrid, la que lleva toda la vida en la primera planta de Génova, 13. La que se sabe mover lo que haga falta. La que, al final, por unas cosas o por otras, le darán un carguito. Ana Gómez es eso que la gente cree que son los políticos. Y que lo demuestra.

Ana Gómez, a día de hoy, no sabe si Alcorcón está antes o después de Móstoles en la A-5 desde Madrid. La nueva diputada vive en un barrio de Alcorcón que pertenece a Villaviciosa de Odón, pero ella cree que estamos en Móstoles donde, dice ella, siempre hemos querido estar.

La flamante diputada de la Asamblea de Madrid pasó por Alcorcón, pero Alcorcón nunca pasó por ella. Y es tan inútil, que nunca se va a enterar.

Ana Gómez, en esa desbandada de los que aspiran a más, ha jurado como diputada de la Asamblea de Madrid. Esta mujer representa a todos los madrileños hoy en la Asamblea autonómica.

No es lo peor que le puede pasar a los madrileños. Pero a ella es lo mejor que le ha podido pasar.