La derrota de la primera jornada en el derbi ante Movistar Estudiantes hizo poca mella, por no decir ninguna, en el ánimo del Ynsadiet Leganés, que desde entonces ha encadenado tres triunfos consecutivos y ya es quinto del grupo A de Liga Femenina 2 a un triunfo del Celta Zorka y el GDKO Ibaizabal, los únicos que cuentan por victorias los cuatro compromisos que ha desgranado el calendario.

La buena racha que atraviesa el colectivo de Antonio Pernas tiene mucho que ver con la reconocible progresión del grupo en todas las facetas del juego conforme han pasado las jornadas, pero a nadie se le escapa el enorme protagonismo a nivel individual de Imani Tate y Kristina Rakovic, que han firmado un arranque de curso verdaderamente excepcional. Además, su paso al frente ha resultado especialmente oportuno para paliar las evidentes limitaciones del juego interior por la lesión de Lina Pikciute y la tardía incorporación de Lady Comfort.

Si el pasado curso sobresalió el rendimiento de la pareja que conformaron Celia Menéndez y Daira Varas, ahora todo hace indicar que Tate y Rakovic cuentan con todos los pronunciamientos favorables para recoger el testigo y conformar uno de los dúos más letales de la categoría de plata del baloncesto femenino nacional. Así al menos lo atestigua la estadística en este primer tramo de competición.

La norteamericana, que cumple su segunda campaña en Leganés, promedia nada menos que 21,8 puntos, 7,8 rebotes, y 2,8 asistencias, lo que se traduce en una valoración de 24,3 créditos por encuentro y es la tercera más alta de la competición. Viene, además, de completar el pasado fin de semana ante Barakaldo una de sus mejores actuaciones como jugadora pepinera al irse hasta los 38 créditos de valoración (25 puntos y 4 rebotes).

La montenegrina, por su parte, se ha adaptado al Ynsadiet como si llevara toda la vida en Leganés. No se entiende de otro modo que en sus cuatro primeros compromisos a las órdenes de Pernas haya promediado 21 puntos, 6,5 rebotes y 3 asistencias para 23 créditos de valoración.

De la trascendencia de ambas en los planes del cuerpo técnico da buena muestra el tiempo que permanecen sobre la cancha en cada encuentro, más de 31 minutos la estadounidense y por encima de 36 la balcánica. Es de esperar que con la creciente presencia de Comfort, que ha participado en los dos últimos partidos con prometedores números, y la reaparición de Pikciute puedan dosificarse un poco más.

Por lo pronto, tanto a ellas dos como al resto del plantel les aguarda este sábado otra exigente prueba para calibrar la mejoría del equipo pepinero, ya que visitan en Galdakao al GDKO Ibaizabal, colíder del grupo y que todavía no conoce la derrota en lo que va de temporada.