Foto: laliga.es

El Getafe ha abierto el año 2020 de la misma manera que despidió 2019. Es decir, con derrota. El Real Madrid, que ha pasado por enormes apuros en el tramo final del primer tiempo, se ha aferrado a las paradas de Courtois y a un autogol de Soria cuando peor le iban las cosas y ha sentenciado tras el descanso.

La suerte del encuentro podía haber sido bien distinta de haberse adelantado el equipo azulón antes de la pausa, pero no ha sido capaz de superar al meta belga pese a disponer de varias ocasiones propicias para ello. La primera ha sido de Arambarri en un gran empalme que ha sido despejado de manera espectacular por el guardameta madridista. Poco después lo ha intentado Cabrera con un inverosímil golpeo ligeramente desviado de su objetivo.

La respuesta del Madrid ha sido letal, ya que su primera aproximación seria al área local se ha traducido en el 0-1. Mendy ha colgado un balón al área y Soria, en su intento por anticiparse al remate de Varane, ha golpeado el balón de manera defectuosa y lo ha introducido en su propia portería.

Era el minuto 34 y a partir de ahí ha llegado la avalancha local, con varios remates cargados de peligro que ha conjurado Courtois con otras tantas intervenciones de verdadero mérito. Los dos primeros disparos han sido de Fajr (37′ y 43′) y el tercero un cabezazo de Cabrera que el belga se ha sacado de encima como buenamente ha podido.

La sensación al descanso era que el Getafe había perdonado y el Real Madrid no ha tardado en liquidar el asunto. Kroos ha botado una falta y Varane ha cabeceado al fondo de la red consiguiendo el segundo tanto visitante (previa consulta con el VAR) y diluyendo el empuje del conjunto local, que no ha vuelto a ser el mismo a partir del 0-2.

De hecho, las mejores ocasiones han sido visitantes, sobre todo por medio de Vinicius y Bale. Yya prácticamente sobre el pitido final, Modric ha firmado el 0-3 definitivo a pase de Valverde.

Mal sabor de boca, pues, para un Getafe que ha estado a la altura de lo que se esperaba en el primer acto, pero que ha perdido fuelle en un segundo periodo para olvidar de no ser por la reaparición de Amath después de algo más de un año de ausencia. La vuelta del senegalés a los terrenos de juego ha sido sin duda una de las pocas noticias positivas en una tarde poco propicia para la hinchada azulona, que ha llenado hasta los topes el Coliseum.