Hay cosas que trascienden la lógica y llegan a adentrarse en los límites de lo sobrenatural. Por ejemplo, la racha que llevaba el Atlético de Pinto sin celebrar un gol en el Amelia del Castillo delante de sus incondicionales. Los pinteños no veían puerta como locales desde el 29 de abril (3-2 al Alcorcón) y desde entonces hasta este pasado domingo habían transcurrido nada menos que 196 días de exasperante sequía realizadora.

Semejante maleficio resultaba de todo punto inexplicable porque el problema solo afectaba en casa. Buena prueba de ello es que el conjunto rojinegro había marcado la más que respetable cifra de nueve tantos en los cuatro últimos desplazamientos (más de dos goles de media por partido). Sin embargo, al amparo de su público no había sido capaz de marcar ni desde el punto de penalti.

El asunto es que, en vista de que no había manera de acabar con el gafe goleador en el Amelia del Castillo, el jefe de Prensa del Atlético de Pinto, Rubén Abal, echó mano de su origen gallego y recurrió a las ‘meigas’ para que el equipo de Álvaro García se reconciliase con el gol. Según relata en conversación con Al Cabo de la Calle “el pasado viernes, y después de ver un reportaje en el que el Deportivo había puesto ajos en una portería de Riazor, decidí hacer lo mismo y me fui a un establecimiento a comprar un par de cabezas de ajo”, que llevó al campo ante la perplejidad de Peño, jugador del primer equipo, y el entrenador de porteros.

El domingo, poco antes de que diera comienzo el partido, “até las dos cabezas de ajo detrás de una portería”, y lo que ocurrió después fue verdaderamente sorprendente. “En la primera parte dispusimos de hasta seis mano a mano con el portero contrario y de manera incomprensible no logramos convertir ninguno”, detalla. Huelga decir que la portería en la que atacaba el colectivo pinteño en ese periodo era la que estaba huérfana de bulbos.

Sin embargo, en la segunda mitad, y tras un primer escarceo ofensivo que no pasó a mayores, Víctor Martínez enganchó una chilena que superó al guardameta del Tres Cantos y, aunque no sirvió para ganar el partido (1-1), sí acabó con cerca de siete meses sin cantar un gol del Atlético de Pinto en el Amelia del Castillo y certificó que los ajos obraron efecto.

«AMELIA DEL CASTILLO ME DIJO QUE PUSIERA AJOS TODA LA TEMPORADA»

La repercusión que tuvo la colocación de los ajos en una portería en los prolegómenos del duelo ante el Tres Cantos no pasó desapercibida ni siquiera para la propia Amelia del Castillo, ex presidenta del club y que da nombre al estadio pinteño. “Me llamó para decirme que los colocara durante toda la temporada”, comenta el responsable de Prensa del Atlético de Pinto, que en cualquier caso ya tenía pensado mantener esta curiosa iniciativa y de hecho advierte que “en el siguiente compromiso en casa ante el Santa Ana los pondré en las dos porterías”.