Ayuntamiento de Valdemoro

El Pleno de Valdemoro aprobó por unanimidad y de forma inicial la Ordenanza Fiscal Reguladora de la tasa de Mantenimiento del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamentos. Como novedad, el texto contempla que el Ayuntamiento repercuta sobre las aseguradoras del municipio, en su calidad de sujetos pasivos, sufragar parte de la cuantía que el Consistorio abona a la Comunidad de Madrid por este concepto. Algo que desde el Gobierno de PP y VOX destacaban, podría suponer un ahorro de más de dos millones de euros.

A priori, en tiempos económicos tan convulsos, con la inflación disparada por obra y gracia del sanchismo, esto puede resultar una magnífica noticia. Ahorrar en gastos, siempre que no repercuta en la calidad del servicio, siempre es positivo. Ahora bien, la cuantía por el servicio de extinción de incendios la tiene que pagar alguien, y el Ayuntamiento de Valdemoro ha decidido que sean las aseguradoras. Sobre ellas repercutirá esta obligación, una vez que la Ordenanza sea definitivamente aprobada.

Eso abre una abanico de preguntas, como por ejemplo, si el Ayuntamiento (con la aquiescencia de todos los grupos a derecha e izquierda) quiere repercutir sobre las compañías esta obligación, ¿qué impedirá a éstas hacerlo sobre sus asegurados valdemoreños?

La Asociación de Consumidores y Usuarios de Valdemoro (ACUSVAL) ha puesto esta posibilidad encima de la mesa. Y no es nada descabellada, pues ya estamos hartos de oír al Gobierno de España decir que se suben los impuestos a las grandes empresas, bancos y compañías, que éstas luego repercuten sobre el contribuyente que, además, acaba pagando encima más impuestos.

Los seguros del hogar o aquellos de carácter comercial son obligatorios, y si a partir de ahora las compañías tienen que soportar un nuevo gasto extra, es más que evidente que lo afectarán sobre los maltrechos bolsillos de los valdemoreños.

¿Alguien en el Pleno, de entre todos los concejales, se ha parado a pensar por un segundo esta casuística? En caso afirmativo, debería replantearse un examen de conciencia, máxime cuando la Ordenanza no está aprobada definitivamente y hay margen para presentar alegaciones.

Lo que está claro es que el ahorro del Ayuntamiento de Valdemoro no puede acarrear más gasto sobre los vecinos, que bastante tienen con la que está cayendo. ACUSVAL, como asociación, hace bien en poner en el tablero de la mesa una cuestión de vital importante para la supervivencia económica de los vecinos. Ahora corresponde a los grupos municipal reflexionar por un instante sobre las consecuencias y efectos de la futura norma. Va en el sueldo, señorías, y no olviden que los intereses de los vecinos siempre van por delante de cualquier interés partidista.