Restan apenas unos meses para poner fin a la legislatura y abrir las urnas. El 28 de mayo, los vecinos de Alcorcón eligen su destino para los próximos cuatro años. De 2023 a 2027, que se dice pronto. No es cosa baladí, pues, decidir el presente y futuro de una gran ciudad como Alcorcón. Aunque las espadas están en todo lo alto se respira un cambio de tendencia. Parafraseando a Scorpions: Desde Parque Oeste al Ensanche Sur, pasando por el centro o Parque Lisboa se escucha al viento de cambio.

Afortunadamente los alcorconeros no están divididos por un ‘Telón de Acero’, ni hay familias enfrentadas por el criminal sistema comunista de la extinta Unión Soviética. Sin embargo sí se está cayendo, como un castillo de naipes, toda esa cortina de humo, telilla de promesas incumplidas y vacuidades que han desarrollado durante estos cuatro años los partidos en el Gobierno: PSOE y Podemos.

Una gestión marcada por la pandemia, sí; por Filomena, también; e, igualmente, por la condena a una alcaldesa de salida, prácticamente desparecida de la esfera pública, pero que sigue poniendo el cazo a final de mes, con casi 71.000 euros brutos al año, que no los cobraría ni en sus mejores sueños. Esa alcaldesa que es un referente para quien aspira a ser su sucesora y hoy es candidata del PSOE, que ha usurpado todos los medios públicos del Ayuntamiento, ya sea en videos oficiales o ruedas de Prensa, merced a una Portavocía usada como altavoz partidista y propagandista.

Y qué decir del juguete escacharrado de la empresa pública de limpieza, ESMASA, el reino particular del segundo teniente alcalde y aspirante de Podemos-Ganar Alcorcón, donde los últimos movimientos hacen presagiar que algo huele a podrido y se temen que lo que hoy son encuestas acaben haciéndose realidad.

Ya se respira un cambio de tendencia en Alcorcón. Parafraseando a Scorpions: Desde Parque Oeste al Ensanche Sur, pasando por el centro o Parque Lisboa, se escucha al viento de cambio

Porque apenas medio concejal separa la gobernabilidad en Alcorcón, de un lado u otro. De la apertura de ventanas y el cambio de aires de un nuevo Ejecutivo con Antonio González Terol a la cabeza, a perpetuar cuatro años más de un Gobierno, el de PSOE y Podemos, que usa las instituciones a su favor, a su antojo propagandístico, que no ejecuta todas las subvenciones que, posteriormente, tiene que devolver y con intereses o que encabeza todos los rankings de criminalidad.

Eso está en juego de aquí a mayo y convendría no despistarse en el ala que trae los vientos de cambio del que hablaban Scorpions. Tomen nota en el PP y, sobre todo, VOX, pues el adversario está hoy en el Gobierno, no en la oposición. No hay que perder el faro del cambio, de la transformación de un Gobierno sin ideas, en tiempo de descuento, a un Ejecutivo que traiga mayor y mejor esperanza para los vecinos de Alcorcón.

En mayo habrá que tomar una decisión y, afortunadamente, las urnas hablarán. No cometan errores y aprovechen el viento de cola que auguran las encuestas. La victoria tiene muchos padres pero la derrota dependerá de quien no supo hacer su trabajo a última hora, por cuestión de ego.