Escribía el filósofo alemán, Arthur Schopenhauer, que “con ciertas personas vale más ser traicionado que desconfiar”. Ahora municipios del Suroeste de la Comunidad de Madrid, como Griñón o Serranillos del Valle, conocen el sabor de la traición, a manos del PSOE, que quiere echar por tierra años de unión y confianza entre 35 localidades manchegas y madrileñas.

Desde 2019, con la batuta de Griñón y Serranillos, estos municipios iban de la mano exigiendo que la C-5 de Cercanías se prolongara de Humanes a Illescas. En noviembre del año pasado, así de tapadillo, el secretario general del PSOE-M, Juan Lobato, firmaba en la Asamblea de Madrid contra la propuesta de exigir a la Comunidad de Madrid que, a su vez, instara al Gobierno de España a acometer esta ampliación. La primera en la frente.

En estos años, las aspiraciones de estos municipios del Suroeste era conseguir un tercer carril en la A-42, para descongestionar el tráfico. Y el tiempo pasa, como siempre, pero los atascos perduran. Los compromisos se los lleva el viento y la Autovía de Toledo sigue dejada de la mano de Dios a su paso por la comarca de la Sagra. La segunda, parece menor, pero duele.

Entre las reivindicaciones también estaba (y está) una estación de Cercanías en la C-4, entre Torrejón de Velasco y Torrejón de la Calzada, acompañada de un aparcamiento disuasorio. Las 35 localidades manchegas y madileñas se habían hecho oír entre La Mancha, Madrid y Moncloa. Y hete aquí la tercera de las traiciones y, tal vez, la más dolorosa. Y es que el Ministerio de Transportes presentaba en Parla la futura estación en la zona norte. No en el Hospital de Parla, zona de influencia para la Sagra, sino en el yermo norte parleño.

Un proyecto sin contar con el resto de pueblos. Peor aún, dejando de lado a quienes más han dado la cara en este tiempo: Griñón y Serranillos del Valle.

¿Casualidad o causalidad? Se preguntaba el alcalde griñonense, José María Porras, porque en España gobierne el PSOE, al igual que en Parla y beneficie (que está por ver) solo a este municipio madrileño, a cinco meses de las elecciones locales y regional.

Bueno, señores Porras y Fernández, ahora lo han visto con sus propios ojos, lo han sentido. Ha sido y es muy loable su trabajo, su intención de unir a todos por un bien común, pero recuerden a Schopenhauer: “con ciertas personas vale más ser traicionado que desconfiar”.

Tengan la conciencia tranquila de haber confiado y trabajado para mejorar el transporte en la comarca. Transmítanlo así a los vecinos de esta zona imprescindible de la Comunidad de Madrid. No se dejen amedrentar, ahora que saben como se las gastan los socialistas, que de boquilla hablan del bien común. Eso sí, aprendan y, aunque vuelvan a confiar, vigilen a ciertos compañeros de viaje, que el que avisa, no es traidor.