El estado de una calle -incluyendo calzada, aceras, decoración, jardinería- siempre ha sido caballo de batalla entre los grupos políticos porque al final, en el día a día, al vecino le preocupa que su calle, en la que pasa sus días, tenga cierto lustre. Y claro, se pueden rascar algunos votos con estas cuestiones. Por eso, de un tiempo a esta parte, a nuestros políticos no solo les ha preocupado las grietas en las vías, sino la nomenclatura de estas y claro, aquí entran en juego las emociones y la tradición. Terreno nada baladí.

Recientemente Leganés ha cambiado el nombre de varias calles denominadas con militares que apoyaron el alzamiento franquista, creándose cierto revuelo entre el municipio entre detractores y partidarios de estos cambios. Pero la cosa ha ido más allá con la propuesta de Alcaldía de ponerle el nombre del doctor Luis Montes, recientemente fallecido, al bulevar del hospital Severo Ochoa. Idea que rechazó el Pleno y que ha provocado una recogida de firmas para que, finalmente, se cambie la nomenclatura de este bulevar.

El nombre de Luis Montes siempre generará controversia en Leganés. Una fuerte división que, de nuevo, se ha evidenciado estos días y claro, allí donde hay charcos, allá que van los políticos a retozar mientras el resto de problemas parecen pasar desapercibidos. Incluso dispersarse.

El nombre de Luis Montes siempre generará controversia en Leganés. Una fuerte división que de nuevo se ha evidenciado estos días

No vamos a entrar en si Montes se merece una calle o no en Leganés. O si este es un problema que inquiete a la ciudadanía de Leganés. Dentro de un año los vecinos decidirán a ver quién se preocupa realmente de sus problemas.

Lo que sí haremos es entrar en detalle en el debate político. En como han jugado sus piezas los grupos municipales y como han quedado retratados algunos. Por ejemplo, de PSOE y Leganemos no hay nada que reprochar. En su ideario forma parte importante la figura del finado doctor y, como han podido, han defendido sus postulados. Algo similar al PP, en el bando contrario y que se ha cobrado su venganza por la retirada meses atrás de las calles dedicadas a militares.

Pero: ¿y Ciudadanos y ULEG? La formación naranja ha votado contra esta propuesta, mientras sus homólogos en el Ayuntamiento de Madrid se abstenían. Una vela a Dios y otra al Diablo. Parecida a la singular abstención de Jorge Pérez que desnivelaba la balanza, mientras que a los de ULEG no les llegaba la camisa al cuello en un debate plenario en el que ni siquiera intervinieron.

La formación unionista se abstenía con la boca pequeña, postura que no ha sido entendida por algunas de sus bases. Y ni siquiera su líder Carlos Delgado Pulido convencía a golpe de tuit sobre el posicionamiento de su grupo. A verlas venir se han quedado en ULEG. Puede ser que como aquí, en este debate, no cabía el insulto ni la rabia a la que nos tienen acostumbrados sus señorías del mal llamado partido vecinal, estaban perdidos y optaron por un silencio que les ha quitado la careta entre muchos de los leganenses. Si este debate ha servido para que los vecinos sepan qué es ULEG, bienvenido sea.