Uleg-Leganes
De izquierda a derecha: Ricardo López, Carlos Delgado Pulido, Virginia Benito y Antonio Almagro

La comisión de investigación que nació a raíz de que este medio de comunicación desvelase que las cotizaciones a la Seguridad Social del concejal de ULEG, Antonio Almagro, hacían saltar las alarmas de la Tesorería General, vuelve a copar la actividad política en este nuevo curso tras las fiestas navideñas.

Sin embargo, aunque estaba previsto que la reanudación de las sesiones se llevase a cabo este viernes, al final el presidente de la comisión de investigación, el concejal Rubén Bejarano, ha decidido paralizar la convocatoria que había anunciado previamente a los representantes de las distintas fuerzas políticas que son miembros de dicha comisión.

Estos ediles deberán estar a la altura de las circunstancias en la próxima reunión y no caer en el circo barriobajero que tuvo la última sesión, donde sus señorías se dijeron de todos menos guapo y unos amenazaban a otros, y viceversa, con sacar los trapos sucios de cada casa.

No sería de recibo perder el tiempo para celebrar una sesión donde sacarán rédito político aquellos que les gusta rebozarse por el fango

Rubén Bejarano tan solo ha entregado a los representantes políticos un informe de Recursos Humanos sobre la situación del concejal de ULEG, Antonio Almagro, pero no todos los documentos que le han pedido los grupos políticos. No sería de recibo perder el tiempo para celebrar una sesión donde sacarán rédito aquellos que les gusta rebozarse en el fango.

En la Corporación municipal se nota que muchos de los que apostaron en un principio, a sangre y fuego, por investigar si era legal cobrar 40.000 euros del erario público y mantener un puesto de trabajo a tiempo completo, han disminuido sus críticas sobre la falta de ética y la inmoralidad del concejal Antonio Almagro, su partido ULEG y su líder Carlos Delgado. El sicofanta de Leganés y su séquito de voceros que quieren demostrar, por un lado, que son los adalides de la independencia y el buen hacer político, pero tratan de ocultar por todos los medios que son unos auténticos vividores del erario público.

Los leganenses deben saber que quien dice que quiere ser su alcalde, a través de carteles y vallas publicitarias puestas a meses luz de las elecciones -¿quién paga este parné?- lo único que realmente le interesa es seguir viviendo de los bolsillos de los propios contribuyentes, aunque en el camino se queden los suyos propios.

No puede haber cargos públicos que no aparecen por el Ayuntamiento de Leganés todos los días y  se levanten 40.000 euros del ala cada año

La comisión del caso Almagro debe esclarecer con la comparecencia del propio concejal de ULEG si realmente los ingresos que recibe como miembro de la Corporación municipal van destinados a su propio bolsillo o van a parar a mantener la poderosa arma publicitaria de su partido.

Algunos políticos de otras formaciones han asegurado que se debe llegar a saber si ese dinero que cobra Antonio Almagro se destinaría a una presunta financiación irregular del partido en el que milita. Si ese hecho fuese cierto, el partido ULEG saldría dopado en las próximas elecciones municipales y el resto de partidos de la localidad saldrían en inferioridad de condiciones en la lucha por la alcaldía.

Cerrar en falso esta comisión de investigación sería hacer un flaco favor a la democracia en Leganés. Las conclusiones de esta comisión deben ser vitales para establecer en la próxima legislatura unos emolumentos justos y equitativos para los nuevos cargos públicos que salgan en la Corporación municipal venidera. No puede haber concejales que no aparecen por el Ayuntamiento de Leganés todos los días y se levanten 40.000 euros del ala.