agencia tributaria fuenlabrada

Año 1985. American Broadcasting Company (ABC) emite la serie Norte y Sur que adapta la trilogía homónima de John Jakes, un clásico de la literatura estadounidense. El argumento es sencillo. George Hazard (James Read) y Orry Main (Patrick Swayze) se hacen amigos en la academia militar y ponen en juego esa amistad en la Guerra de Secesión. Y ello porque provienen de dos realidades opuestas. Uno pertenece a una familia acomodada del Norte y el otro a una familia esclavista del Sur. Aparte de plasmar las diferencias ideológicas de ambas familias, la serie simboliza también la polaridad de dos universos antagonistas. Dos modelos de riqueza, sociedad o economía que, por muchas circunstancias que serían imposibles de abarcar salvo en un tratado, son radicalmente contrarios.

La diferencia entre el norte rico y el sur pobre ha calado tanto en las sociedades modernas que es una realidad en la práctica. Ya no solo en la mente social colectiva, donde esa perspectiva es más que evidente. Sino que, desgraciadamente, los datos evidencian que las diferencias -sobre todo económicas- entre el norte y el sur son una bofetada de realidad para perjuicio -como siempre- del contribuyente.

La Comunidad de Madrid, lamentablemente, no escapa a esa objetividad manifiesta. Y así lo refleja el informe de la Agencia Tributaria hecho público sobre la renta bruta media de los municipios con más de 1.000 habitantes correspondientes al ejercicio económico del año 2015.

Entre tanto número la esencia que destaca de este documento es la enorme brecha que existe entre los municipios del norte y el sur de la región, salvo contadas excepciones como el caso de Arroyomolinos. Eso sí, siendo una de las localidades con mayor renta media disponible -poco más de 24.000 euros por persona– queda a una distancia abismal del ciudadano de Boadilla, Pozuelo o Alcobendas, que llega a superar los 50.000 euros de media por persona.

El desequilibrio de la riqueza debe avergonzar a la clase política en su totalidad. A toda. Sin matices. Y la responsabilidad va en cascada. Primero, un Gobierno regional que, entre otros asuntos, sigue sin aplicar el famoso y aireado Plan Activa Sur que, teóricamente, iba a “salvar” la economía de los “deprimidos pueblos” del sur. Bien es cierto que en décadas, el sur regional ha experimentado un cambio brutal con respecto a oscuras épocas pasadas, pero esa revolución no ha ido a la par con los vecinos del norte.

Y, por supuesto, a los gobiernos locales. Bien es cierto que todo municipio tiene su especial idiosincrasia. Particularidades que lo definen y diferencian de su vecino. Incluida la renta. Casos como el de Fuenlabrada y Humanes, cuyos vecinos no llegan a los 19.000 euros de renta disponible también debe avergonzar a sus responsables políticos -a todos-. Tanto humanenses como fuenlabreños ven, con envidia, como alcorconeros o getafenses disponen de más renta a fin de año. Y esa diferencia reside en las políticas que en uno u otro municipio se aplican. Medidas que, por desgracia, no son ficción de la ABC, sino realidad pura y dura.