El Ayuntamiento de Leganés está trabajando con varias ONGs para dar respuesta a los problemas de indigencia en la ciudad. Según el alcalde, Santiago Llorente, «queremos plantear soluciones personalizadas para cada individuo y que en el futuro no haya vecinos de Leganés en esta situación».

El pasado mes de junio, el centro de la Cruz Roja en la ciudad cerró sus puertas y decenas de indigentes se quedaron sin el servicio que prestaba la organización. «Son personas con una situación individual muy compleja. Todos son usuarios de Servicios Sociales, algunos han tenido acceso a una vivienda pública y han preferido seguir en la calle», explica Llorente.

En este sentido, el regidor leganense insiste en que «es un colectivo, por suerte, poco numeroso, y queremos dar a este problema una solución integral en la que se compatibilice el albergue con otros programas para que a largo plazo podamos sacarlos de la calle». Reiterando que «no solo es un problema de los meses que hace frío, queremos que no estén en la calle ningún día del año».

Mientras tanto, muchos de ellos vagan por el municipio y generan problemas de convivencia en zonas como la avenida de la Universidad o de Fuenlabrada, tal y como alertaron a este periódico recientemente un grupo de vecinas.

Santiago Llorente reconoce este problema y que las personas sin hogar «hacen vida allí, orinan, allí, duermen en los soportales, defecan y eso no puede ser».

Así, el alcalde explica que «incluso llegaría a pedir a los vecinos de Leganés que dejen de darles dinero. Muchos están allí porque los vecinos les dan dinero y se está convirtiendo en una forma de vida y eso no puede ser», manifestando que «una forma de vida no puede ser estar en la calle, generando molestia a los vecinos con colchones repartidos por todos sitios, cuando muchos de ellos tienen ayudas sociales para salir de esa situación».