Este lunes y martes se ha celebrado en Alcorcón el debate sobre el estado de la ciudad, donde cada grupo ha jugado el papel que cabía esperar. Así los partidos de Gobierno, PSOE y Podemos, han vendido cierto ‘triunfalismo’ y una realidad social, que dista mucho de la visión de la oposición.

“Tenemos un Gobierno sólido, estable, fuerte y unido; un Gobierno dedicado a la ciudad de Alcorcón que es nuestro objetivo”, decía la alcaldesa, Natalia de Andrés, que recordaba cómo se había hecho frente a la pandemia de Covid-19 este mismo año, y a incidencias como Filomena. También defendía la congelación de todos los impuesto y tasas.

“No los hemos podido bajar por el nefasto Plan de Ajuste aprobado del PP”, recordaba de Andrés, que no hacía mención a la herencia del anterior Ejecutivo, de Enrique Cascallana y del que la propia De Andrés formaba parte.

Asimismo volvía a hacer hincapié en cuestiones aun pendientes, como los 6 millones del PIR 2016/2019, o un instituto y un centro de salud en el barrio del Ensanche Sur, la prolongación de la línea 10 de Metro en la ciudad, la finalización del colegio Isabel La Católica.

Por su parte desde el PP presentaban la alternativa de Gobierno, con medidas enfocadas a mejorar instalaciones deportivas, modificar la ordenanza del IBI, crear bonos de consumo, reducir la presión fiscal, reanudar el cheque-bebé, poner en marcha un plan de emprendimiento o más inversión en Cultura y un radar de tramo en el Ensanche Sur.

Como el PP, Ciudadanos y VOX planteaban más inversión en Seguridad, y recordaban al Ejecutivo de Natalia de Andrés que se le acababa el tiempo para cumplir las promesas que aún no han ejecutado desde 2019.