Poli San Isidro

La realidad es la que es y hay imágenes como la que ilustra este reportaje que valen más que mil palabras. Se podrán poner cien excusas y contar otras tantas ‘milongas’ para adornar tamaña inacción, pero a día de hoy el polideportivo de San Isidro es un auténtico erial en el que apenas atisban a vislumbrarse charcos y malas hierbas a partes iguales. El ‘proyecto estrella’ de la legislatura de Sara Hernández se convertirá en su fiasco más flagrante porque en tres años y medio lo único que ha hecho el actual equipo de Gobierno municipal ha sido demoler dos pabellones que prácticamente se caían a trozos por sí solos.

Corría el verano de 2012 cuando la instalación deportiva más emblemática de Getafe echaba el cierre debido a la inseguridad que suponía para sus usuarios el deficiente estado de las instalaciones, propiciado en buena medida por la evidente falta de mantenimiento durante la última etapa de Pedro Castro al frente del Consistorio.

DOS CONCURSOS FALLIDOS

El ‘cerrojazo’ lo dio Juan Soler, pero tampoco durante la etapa del regidor del PP se resolvió el problema, acentuado incluso por varios concursos fallidos para tratar de rehabilitar la instalación a través de un proceso privatizador que se había puesto muy en boga por aquellos años y que resultó estéril a la hora de resolver un asunto que había pasado de problema a problemón.

La instalación cerró sus puertas en 2012 por falta de seguridad debido al mal estado de las instalaciones

Sara Hernández, a través de la Concejalía de Deportes que encabeza Javier Santos, vio un filón en la construcción del nuevo polideportivo San Isidro, el proyecto estrella de cara a sus cuatro años de mandato. Sin embargo, transcurridos tres años y medio de legislatura más bien merece el calificativo de ‘proyecto estrellado’ porque lo único que se ha hecho en todo este periodo ha sido el mencionado derribo de los dos pabellones y pare usted de contar.

Lo curioso del caso es que el pasado mes de enero la alcaldesa todavía aireaba públicamente sus delirios de grandeza y en declaraciones a la cadena SER insistía en que la obra del polideportivo San Isidro “supondrá un antes y un después en el deporte de gestión pública en nuestra ciudad y estamos trabajando para que en primavera puedan empezar ya los trabajos de construcción”.

Sin embargo, estamos a mediados de otoño y la parcela sigue siendo un páramo yermo. Y lo peor es que nada hace indicar que vaya a dejar de serlo a corto plazo.

TRÁMITES INTERMINABLES

Los últimos movimientos oficiales han sido la aprobación del estudio de detalle (en mayo) y la aprobación en Junta de Gobierno el pasado mes de octubre del proyecto de construcción de un centro acuático e instalaciones deportivas complementarias. Así que todavía habrá que elaborar los pliegos del concurso de adjudicación, proceder a la adjudicación e iniciar los trabajos.

La alcaldesa dijo en enero que en primavera arrancarían las obras… y estamos en noviembre sin poner ni una piedra

Total, que si nos atenemos al proverbial incumplimiento de los plazos comprometidos por este equipo de Gobierno nada hace presagiar que para cuando lleguen los comicios municipales de mayo se haya puesto la primera piedra de una obra que amenaza con durar más que las del monasterio de El Escorial.

El caso es que seis años y medio después de ver cerrada a cal y canto la única instalación deportiva de carácter municipal con que contaban, los sufridos vecinos de la zona centro y San Isidro siguen sin ver la luz al final del túnel. Equipos como el Balonmano Getasur, que tenían su casa en el ‘poli’ tuvieron que irse con la música a otra parte y ya no tienen claro si podrán regresar algún día. Igual que tantos y tantos ciudadanos que se sienten hastiados de tanta dejadez de sus gobernantes.

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