Corrugados Getafe ha confirmado que, el pasado 12 de septiembre, detectó la presencia de material radioactivo (Isótopo Cesio 137) en un camión que contenía polvo de acería, motivo por el cual mantiene abiertas tres de las cuatro secciones que componen la fábrica (entrada de chatarra, laminación y expediciones).
Esta situación ha llevado a Corrugados Getafe a tener que presentar el pasado 20 de septiembre un ERTE por fuerza mayor a la Comunidad de Madrid que, en una primera fase afecta a los trabajadores de producción de acería y, que, posteriormente puede afectar de manera escalonada a los trabajadores de laminación conforme se vaya reduciendo la carga de trabajo. El ERTE tiene prevista su finalización el próximo 29 de octubre.
Desde Corrugados informan que el material afectado se detectó antes de la salida de fábrica. La razón por la que no se habría detectado a la entrada fue porque el material con presencia de Cesio 137 habría venido apantallado.
Inmediatamente se avisó al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que se personó en la instalación. «La evaluación del personal del CSN confirma que no existió ningún tipo de emisión en el entorno de la instalación. Todo el material afectado se encuentra dentro del sistema de extracción de polvo de humo y cisterna, por lo que no ha habido emisiones», dice la compañía en un comunicado.
Pese a que confirman que «esta incidencia no ha tenido impacto en el personal, ni en el público ni el medioambiente», Corrugados Getafe va a llevar a cabo reconocimientos médicos a aquellos trabajadores que pudieron estar en contacto con el material encontrado, así como a aquellos empleados que de manera voluntaria lo soliciten, para darles tranquilidad.
Asimismo, la empresa ha propuesto un plan de limpieza de dos silos de polvo y una cisterna por parte de una UTPR acreditada en la zona de acería, que deberá permanecer parada mientras duren los trabajos de limpieza.