ACB Photo/E. Casas

No levanta cabeza el Urbas Fuenlabrada, que salvo su asalto al Martín Carpena de Málaga encadena una racha para olvidar. Siete derrotas en ocho partidos. La última de ellas este sábado en Zaragoza ante un Casademont que puso la directa en el primer cuarto y se encomendó al monumental partido de Hlinason (24 puntos, 9 rebotes y 33 créditos de valoración) para firmar un contundente triunfo ante los de Javi Juárez (105-85), cada vez más enfangados en la zona baja de la tabla.

Ni siquiera el estreno de los tres últimos refuerzos (Sharma, Cheatham y Novak) ha servido para cambiarle la cara al equipo, entre otras cosas porque se nota que todavía están en pleno período de adaptación y a estas alturas de competición los rivales no están para concesiones a los recién llegados.

Y eso que el equipo fuenlabreño ha entrado bien en el partido (11-11), pero la efervescencia le ha durado lo justo, porque los locales han puesto pronto tierra de por medio y al final del primer cuarto ya mandaban por 12 puntos (27-15). Hlinason campaba a sus anchas bajo los aros bien secundado por Barreiro y en el ‘Fuenla’ solo anotaban Trimble y Emegano.

Lejos de enderezarse, el panorama se ha complicado todavía más en el segundo parcial y al descanso la desventaja era ya de 18 puntos (51-33) por muchas razones, entre ellas el elevado número de pérdidas (10), el mal porcentaje de tiro o la significativa desventaja en el rebote (19 por 11).

La pausa ha servido para que el equipo mostrase otra cara, mucho más competitiva, y el parcial de 0-7 de salida hacía presagiar un duelo mucho más equilibrado. De hecho, el Urbas ha llegado a situarse en un momento puntual a tan solo siete puntos tras un triple de Trimble (65-58), pero hasta ahí ha llegado su conato de insurreción.

Poco a poco el Casademont Zaragoza ha ido adueñándose de nuevo de la situación bajo la hegemonía de Hlinason en la pintura y los de Javi Juárez se han ido descomponiendo conforme se acercaba el final para acabar cediendo por la máxima diferencia de todo el partido (105-85).

Mal pintan, pues, las cosas, para el colectivo fuenlabreño, que sigue ofreciendo demasiadas facilidades atrás y que ha acusado una manifiesta dependencia en la faceta anotadora de Trimble (25 puntos) y Emegano (24). Una jornada más ha habido demasiados jugadores cuya aportación ha estado demasiado por debajo de lo esperado y el equipo anda metido de lleno ‘en la boca del lobo’.