carlos delgado pulido uleg

Antes de depositar su voto en las próximas elecciones municipales tenga mucho cuidado a la hora de elegir entre los distintos candidatos. De su sufragio dependerá que una persona que destila machismo por los cuatro costados de su cuerpo pueda alcanzar la Alcaldía de Leganés.

Nos estamos refiriendo a Carlos Delgado, al que la gran mayoría de los vecinos conoce por sus denostados actos y verborrea barriobajera a pesar de no haber conseguido nunca el bastón de mando. Y líbrese Leganés, por su bien y el de sus convecinos, de que lo acabe consiguiendo porque las consecuencias pueden ser catastróficas.

Son no pocos los casos en los que el siniestro candidato del partido unionista ha sacado a pasear su viperina lengua quedando en flagrante evidencia su acentuada vertiente misógina, indisimulable cuando son ya tantas las veces en que ha quedado ‘retratado’ por una conducta tan soez como irrespetuosa hacia el género femenino.

Por citar algunos ejemplos de sobra conocidos -la lista tiene todas las trazas de resultar más larga que un día sin pan- baste recordar su inadmisible calificativo de “adúltera” a Paz Paniagua, actual candidata de VOX y por aquel entonces personal de confianza del Ejecutivo local del PP, a través de su cuenta particular de Twitter. O su reprobable imitación de la concejala socialista Ángeles Micó en el transcurso de un Pleno. O sus abruptos adjetivos hacia Eva Martínez, de Leganemos. O más recientemente, su vil campaña contra una trabajadora del gabinete de comunicación del Ayuntamiento de Alcorcón por el simple hecho de ser mujer.

Tuit Delgado

Sus reiterados e infundados ataques contra todo aquel -o sobre todo aquella- que no le sigue la corriente revelan, insistimos, la irrefrenable tendencia machista de un personaje que ha hecho de sus tres legislaturas en la Corporación municipal un eterna sucesión de maquinaciones y subterfugios con el único fin de acceder algún día a la Alcaldía y dar rienda suelta a unos delirios de grandeza que marchan parejos a la descomunal egolatría del sujeto.

Y lo peor de todo es que lleva doce años viviendo a costa de los vecinos. Y debe hacerlo a todo tren porque se ha embolsado nada menos que 900.000 euros

Y lo peor de todo es que lleva ya doce años viviendo a costa del dinero de los vecinos. Y debe hacerlo a todo tren, ya que en este periodo se ha embolsado la nada desdeñable cantidad de 900.000 euros. Una pasta gansa que contrasta con su esterilidad profesional a la hora de promover o apoyar iniciativas que vayan en beneficio de la ciudad. ‘Ande yo caliente y ríase la gente’ debe pensar el líder de ULEG, una formación cuya financiación lleva tiempo bajo sospecha a raíz del denominado ‘caso Almagro’, ese concejal que cobra 40.000 euros por una dedicación del 80 por ciento en el Ayuntamiento y que luego tiene un trabajo a tiempo completo en una empresa ferroviaria.

La desvergüenza de Carlos Delgado es tal que, pese a presumir de ser un adalid de la transparencia, ha escurrido el bulto cuando se le ha llamado a declarar para desentrañar los intríngulis del ‘Caso Almagro’. Curiosamente, Almagro se ha caído de la lista para el día 26. Otra más del ‘amigo’ de las mujeres.