CREAA ALCORCON

El sueño de la razón produce monstruos es un grabado de la serie ‘Los Caprichos’, del pintor español Francisco de Goya y Lucientes. Según la descripción del Museo del Prado: «La fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles».

Así podría definirse también al Centro de Creación de las Artes de Alcorcón (CREAA), producto de la imaginación (y la sinrazón) del entonces alcalde socialista, Enrique Cascallana, y su mano derecha y hoy alcaldesa, Natalia de Andrés. Un proyecto faraónico, un mamotreto, que parece estar maldito y que solo ha traído ruina a la ciudad.

De hecho, fruto de la nefasta gestión en el CREAA se deriva la quiebra de la empresa municipal de vivienda (EMGIASA), que ha llevado a la inhabilitación mercantil durante cinco años a De Andrés y otros exconcejales del PSOE, hoy cargos de confianza, que se niegan a dimitir, mientras el CREAA sigue levantándose como un monstruo, que devora las arcas municipales y el dinero de los vecinos, sea por la pésima gestión del pasado o la inútil vigilancia del presente.

«La fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles». Así podría definirse al CREAA, producto de la imaginación (y la sinrazón)

El CREAA vuelve a ser noticia, porque cuando parecía que su adjudicación estaba próxima la licitación, se tenía que suspender el proceso. Faltaban documentos tan esenciales, como el estado de las obras, imprescindible para conocer en qué situación están los trabajos del ruinoso edificio.

Tampoco el informe técnico tenía en cuenta la certificación 43, que es de más de 800.000 euros pagados por el Ayuntamiento de Alcorcón, a través del plan de pago a proveedores del año 2012, y que ha sido reconocida por el propio Consistorio.

Un día después de publicarse la paralización de la licitación, ésta se reanudaba. Nadie ha dado explicaciones, salvo que se rechazan las alegaciones de acuerdo a informes de los técnicos y la Asesoría Jurídica. Pero: ¿Cuál es el estado de las obras? ¿Se va a adjudicar antes la explotación del CREAA que la auditoría para conocer precisamente su estado de ejecución?

El propio pliego de condiciones reconoce que «actualmente se encuentra en trámite la contratación de un servicio de auditoría técnica de las obras del CREAA». ¿No merecen saber los vecinos, pues, en qué estado se encuentra? A lo mejor alguien del Gobierno local sabe las respuestas, aunque sea una hora menos en Canarias.

A lo mejor echando por las urnas a los responsables de su construcción, todavía con cargos de gestión, quién sabe, quizá se acabe la maldición

Ya decía el historiador, biógrafo y filósofo moralista griego, Plutarco, nacido en tiempos del emperador romano Claudio, que: «La omisión del bien no es menos reprensible que la comisión del mal». La omisión de estos documentos, sea la causa que sea, es reprobable. Alguien del Gobierno municipal de Alcorcón tiene que salir a dar explicaciones veraces o al menos creíbles sobre este hecho. No vale la herencia del pasado, los anteriores gestores, ni las alegaciones o palos en las ruedas, y ya está. Basta de balones fuera.

La maldición del CREAA está pasando de ser una leyenda a algo perfectamente plausible. Fruto de la sinrazón socialista, el monstruo es insaciable. Como esa Momia que devoraba carne humana hasta recuperar su estado físico natural. Sin embargo, esto no es Hollywood, si no la pura realidad. Pero puestos a elucubrar, a lo mejor echando por las urnas a los responsables de su construcción, todavía con cargos de gestión, quién sabe, quizá se acabe la maldición.