La Comunidad de Madrid tiene un problema de vertidos y vertederos ilegales. Así se desprende del mapa que este jueves ha dado a conocer Ecologistas en Acción, que ha desvelado que se han detectado hasta finales del pasado mes de mayo un total de 672 puntos de vertido y vertederos ilegales en la región, repartidos en 24 municipios.

Todos se localizan en zonas de fácil acceso para vehículos, junto a caminos, vías pecuarias, carreteras, vías e instalaciones de ferrocarril y cursos fluviales. «Estamos ante un problema fuera de control, con graves consecuencias ambientales, de salud pública y económicas», ha señalado María Ángeles Nieto, portavoz de Ecologistas en Acción.

Nieto recuerda que «la gestión de residuos está regulada por normativa europea, estatal y regional. Su manipulación, es decir la recogida y traslado debe realizarse por empresas autorizadas y solo se pueden depositar en instalaciones permitidas, bien para su clasificación, su reciclado/reutilización o su depósito definitivo».

No obstante, «el abandono está proliferando y cada vez es más complejo su control», criticando la «falta de seguimiento» de este problema por parte de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura y la ineficacia de las denuncias.

ZONA SUR

Los residuos localizados se han dividido en puntos y zonas de vertido o vertederos. La mayor parte de estos se han localizado en los municipios de Leganés (360), Alcorcón (76), Valdemoro (61), Getafe (43), Arganda del Rey (25) o Parla (21).

Se dan tanto en zonas urbanas como rurales. En el primer caso se suelen encontrar en el interior y periferia de polígonos industriales abandonados o con poca actividad, en los límites de barrios inconclusos o, en los alrededores de vertederos autorizados. Algunos ejemplos son el Parque Tecnológico de Leganés o el entorno del polígono Ventorro del Cano, en Alcorcón.

También el cauce río Guadarrama, a su paso por los municipios de Móstoles y Arroyomolinos, es uno de los puntos negros. Un problema que se traslada aguas abajo, hasta Batres o municipios de Toledo como Carranque, explican los ecologistas.

TIPOLOGÍA DE RESIDUOS

En cuanto a la tipología de residuos, la mayor parte proceden de la construcción. Concretamente, el 28%, pese a que para obtener autorización municipal, el promotor, debe acreditar la contratación de una empresa especializada para la retirada de residuos, en la práctica no siempre sucede. Esta situación se ha agravado con la eliminación de la licencia en reformas y con la implantación de las declaraciones responsables en obras menores.

Los enseres (colchones, muebles, electrodomésticos) también están vinculados a las obras de reformas de viviendas y, en muchas ocasiones están mezclados con escombros. Este tipo de vertido supone el 25% de los localizados. El amianto procedente de las planchas de fibrocemento de cubiertas de edificaciones y de tuberías, también está relacionado con la construcción y supone el 20% del total.

Por último, los residuos industriales (pinturas, disolventes, plásticos) suponen el 4,3%. Los neumáticos y vehículos abandonados o calcinados llegan al 2%, según el estudio.

IMPACTO 

El primer impacto de los vertidos, obviamente, es ambiental, «porque contaminan el suelo, el agua y el aire», según los ecologistas. Eso repercute en la salud de las personas. «Los vertederos ilegales con mezcla de todo tipo de residuos atraen plagas (insectos, roedores) y algunos elementos como el amianto es altamente tóxico, si se fractura y se manipula sin protección», puntualizan.

Y también económico, «porque se está impidiendo que empresas autorizadas desarrollen su actividad económica generando beneficios y creando puestos de trabajo». Además, «la retirada de tan enorme volumen de vertidos y de puntos tan dispersos, al recaer sobre las administraciones, supone un fuerte impacto para las arcas públicas».

De modo que exigen, como llamada de auxilio, «frenar esta inercia e impedir que sigan proliferando los puntos de vertidos», con la implicación de las administraciones local, regional y nacional.