El pasado domingo arrancó oficialmente la campaña para las elecciones autonómicas del 4 de mayo. Pero no se extrañen si tienen esa sensación de agotamiento, pues vivimos en una eterna campaña, y lo único que cambia es que hasta ese martes primero de mayo, los partidos pueden pedirle directamente el voto. Sí, a usted, que salvo en estos catorce días, el resto es una mera papeleta que introducir en la urna. Pero este es el sistema que a día de hoy nos hemos dado.

En fin, que entre medias de todo esto ya estarán viendo carteles, propaganda, mítines, debates, visitas… Y es que no solo se decide el futuro de la Comunidad de Madrid a partir del 4 de mayo, sino que lo que ocurra en la región tendrá consecuencias en el devenir de España. Hay una suerte de calma tensa de saber qué deparará la cita madrileña. Los partidos lo saben y empiezan a poner toda la carne en el asador.

Aquí en el sur de Madrid lo estamos viendo. Los seis candidatos con aspiraciones (también Edmundo Bal) ya han recorrido las calles de Getafe, Fuenlabrada, Alcorcón, Leganés o Pinto. Por el momento, el suroeste -véase Arroyomolinos o Humanes- es el gran olvidado, pero en las anteriores, los aspirantes han pedido de tú a tú el voto. Y en el caso de Fuenlabrada, feudo tradicional socialista, la imagen de este lunes, con Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio dándose un baño de masas, augura una victoria del centro-derecha, que puede agrietar aún más los cimientos del Gobierno de España.

Tal es así, que siempre que puede, el presidente Pedro Sánchez baja al barro madrileño a intoxicarlo más si cabe con el lodo de la mentira y las medias verdades. Recordemos que hasta el inefable Fernando Simón tuvo que desmentir a su ‘Sanchísima’, el Nerón español, por decir que la Comunidad mentía con los datos de la pandemia. “Cree el ladrón…”.

Pero bueno, que parafraseando a Máximo Décimo Meridio: ‘Nervio y Ansia’. Eso cunde ahora en el ambiente político patrio. Del ‘Comunismo o Libertad’, al ‘Hazlo Madrid’, ‘Protege Madrid’, o ‘Elige Centro’. Eslóganes varios para arañar un puñado de votos. Todo vale. Hasta que actores mediocres como Daniel Guzmán, Juan Diego Botto o Carlos Bardem se tiren al ruedo con la muleta de Unidas Podemos, en un video ciertamente lamentable hablando de los barrios, que luego señoritas como por ejemplo Lilith Verstrynge, número 14 de la formación morada, confunde con distritos. No, Parla y Pozuelo no son barrios de Madrid.

Ahora bien, entre esos carteles, esas frases rimbombantes, discursos -a menudo vacíos- y actores politizados, hay una realidad paralela, la que viven ustedes -público- y nosotros -periodistas-. Todos contribuyentes. Un Universo que configuramos con situaciones como esas colas del hambre grotescas y sonrojantes en Getafe, el paro, los ERTE impagados por la ministra de Trabajo -tan comunista ‘cool’ ella-, la deuda pública en niveles estratosféricos…Todo eso, que no se está abordando entre los candidatos, hay que recordar que también está en juego en estas elecciones.

Como seguir abriendo la tienda, el bar, el restaurante, el cine…Su negocio, su estilo de vida también se decide en las urnas el 4M, no lo olvide. Los medios de comunicación tenemos que contribuir a que ese ruido al que nos acostumbran sus señorías, no sea lo que a ustedes les llegue si deciden abrir estas páginas. Al menos trabajaremos para ello. Y recuerden siempre al maestro Quevedo: “Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir”, y eso lo verán mucho estos días. Avisados quedan.