Apenas una semana ha tardado el antisemitismo en hacer acto de presencia en Alcorcón. El 7 de octubre, el mundo amanecía conmovido con las imágenes de terroristas de Hamás asesinando, violando y secuestrando a civiles israelíes y de otras nacionalidades. Hasta el momento, más de mil víctimas.

Días más tarde, el 10 de octubre, los ayuntamientos de toda España guardaban un minuto de silencio en recuerdo de los asesinados en este cruel atentado terrorista. Y un día más tarde, el 11 de octubre, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación confirmaba la muerte de la hispano-israelí, Maya Villalobo Sinvany en Israel, víctima del bárbaro ataque de Hamás. Una joven de tan solo 19 años, que estaba realizando el servicio militar en el país israelí.

Pese al horror de las imagénes, al tiempo que se conocían más detalles del atentado, empezaba a crecer en España una oleada de antisemitismo, identificando a la banda terrorista Hamás con todo el pueblo palestino. Campaña orquestada y apoyada, fundamentalmente, por la ultraizquierda representada en Más Madrid, Sumar, Podemos, el Partido Comunista o Izquierda Unida. De hecho, en ciudades como Getafe, se llegaba a celebrar y aplaudir en una concentración estos crímenes.

La ‘guinda’ llegaba este mismo domingo, 15 de octubre, con una manifestación en Madrid, secundada por todos los partidos anteriormente mencionados, con Mónica García o Íñigo Errejón entre los asistentes. Incluso acudieron miembros del propio Gobierno español, como Ione Belarra.

Los socios del PSOE de Pedro Sánchez escenificaban así la división en el Ejecutivo en funciones, debilitando la imagen de España en el contexto de unidad que hay en Europa, de condena al ataque terrorista palestino y reconocer el derecho de Israel de defenderse, en tanto a estado soberano que es.

Una manifestación en Madrid donde se exhibían y gritaban consignas como ‘Israel asesino del pueblo palestino’, ‘Israel Estado Genocida’, ‘No es una guerra, es un genocidio’ o ‘Que viva la lucha del pueblo palestino’. Precisamente con varias de esas pintadas amanecían este 16 de octubre edificios públicos de Alcorcón, como la Escuela Oficial de Idiomas de la calle Carballino.

Un problema de orden público

La ciudad madrileña, gobernada por los partidos que este domingo apoyaban la manifestación contra Israel, arrastra desde la pasada legislatura un problema de orden público como los grafitis, a lo que ahora suma de manera alarmante, algo tan grave para la convivencia, como el antisemitismo.

Lejos de pronunciarse sobre la limpieza de grafitis en Alcorcón, el presidente de ESMASA y líder local de Podemos-Ganar Alcorcón, Jesús Santos, sí lo hacía sobre el propio conflicto árabe-israelí, diciendo que “en Palestina se está cometiendo un genocidio y no es legítimo mirar hacia otro lado”. En un comunicado, la formación liderada por Santos llega a expresar que esto ocurre con “la mirada cómplice de Europa”, y expresa “la condena absoluta a los ataques a Hamás”, a quienes no califican de terroristas, “y a los crímenes de guerra israelíes”.