carlos delgado pulido uleg

“Por qué hacer; ¡oh necios!, trampas fuera de la ley, siendo tan cómodo hacerlas dentro de ella”. El escritor, político y diplomático italiano Carlo Alberto Pisani Dossi lanzaba esta pregunta retórica al aire en el siglo XIX para acto seguido aseverar que: “A muchos solo les motiva el dinero para ser honestos”. Dos locuciones que, un siglo después, bien valen para definir a ULEG.

Desde que irrumpiera en la escena política local, el partido de Carlos Delgado Pulido se ha dedicado a presentarse bajo los avales de la honestidad, la transparencia y las cuentas claras y cristalinas. Sin embargo, en un momento en el que las dudas se ciernen sobre ellos y llega el momento de dar respuestas ante tantas preguntas: dan la espantada, huyen y no cumplen con su obligación de dar la cara ante un órgano democrático como la comisión de investigación sobre su concejal Antonio Almagro.

“Por qué hacer; ¡oh necios!, trampas fuera de la ley, siendo tan cómodo hacerlas dentro de ella”

Ya recordamos en el número anterior que Almagro estaba citado a declarar sobre su situación laboral. Ya saben: cómo es posible que cobre 40.000 euros del Ayuntamiento de Leganés por un 80% de dedicación mientras mantiene su trabajo a tiempo completo en una empresa ferroviaria. A dónde va ese dinero. Cuál es su destino final. En definitiva, preguntas que siguen en el aire pues nadie de ULEG ha dado la cara para responderlas.

Ese dinero, que sale de los impuestos, del sudor y el trabajo de los vecinos de Leganés, es tan importante como el que declaran los partidos políticos al Tribunal de Cuentas. Y más ahora, en plena precampaña electoral, donde la mayor parte de los partidos políticos van a llenar las calles de pancartas y los buzones de folletos. Sin embargo, en Leganés, hay alguien que parte con ventaja. Como una especie de tren verde, ULEG ha tomado la delantera a sus competidores y ya tiene copadas las vallas del municipio e, incluso, algunas estaciones de Metro.

ULEG se presenta a las autonómicas con el único objetivo de ganar dinero y volver con chulería a Leganés para gastarlo en vallas preelectorales

Al alcalde Santiago Llorente le resultaba curioso cómo un partido vecinal tiene tantos recursos para empapelar Leganés con el rostro de Carlos Delgado Pulido y cía. ¿Se acuerdan? “Por qué hacer; ¡oh necios!, trampas fuera de la ley, siendo tan cómodo hacerlas dentro de ella”. Pues ULEG se lo ha tomado al pie de la letra, y mientras partidos estrictamente municipales como Leganemos tienen un tope máximo de 20.000 euros o Ahora Madrid, en la capital, 348.000 euros, para gastar en publicidad electoral, ULEG alcanza el límite máximo de 360.000 euros.

¿Cómo es posible? Pues porque ULEG, cuya idiosincrasia es exclusivamente pepinera, se presenta a las elecciones autonómicas para jugar con los mayores. Utiliza el escaparate regional con el objetivo de ganar más dinero y volver con chulería, a la ciudad, donde nunca ha gobernado, para despegar . Por cierto que a nivel regional obtuvo un 0,18% de los votos en 2015, mismo porcentaje que Falange.

Así que en ULEG viven en precampaña electoral con el soniquete popular de “trampeando y mintiendo, vamos viviendo; mintiendo y trampeando, vamos pasando”. Juegan sucio frente a sus rivales. Pues: ¿qué pinta ULEG a nivel regional? Nada salvo el todo por la pasta. Y atención, que dentro de quince días habrás más…