Los vecinos de Alcorcón vienen pagando desde hace más de una década ese fantasma del CREAA que dejaron los socialistas como herencia en forma de deuda. Un circo al que ahora, por fin, parece que se le puede dar salida gracias a la instalación de la Universidad Europea del Deporte.

Pero no. Hoy no venimos a hablar del CREAA. Ya hemos vertido ríos de tinta en este faraónico proyecto que ideó el exalcalde Enrique Cascallana con su número dos y hoy líder del PSOE de Alcorcón, Natalia de Andrés. Hoy hablamos del otro circo que también sale de los bolsillos de los vecinos de Alcorcón. El circo que, una vez más, han montado sus señorías concejales del Pleno del Ayuntamiento. Concretamente, en la última sesión celebrada, que rozó el esperpento. Todo a raíz de que la concejala del Partido Popular, Susana Mozo, llamó «golpista» a Pedro Sánchez, ante los abucheos de la bancada socialista que, junto a Ganar Alcorcón se marchó de la sesión. Eso sí, al grito de “fascista”, en referencia al alcalde de Alcorcón David Pérez.

Cuando de esperpento se habla, que mejor que Valle Inclán para recordar que “en España el mérito no se premia (…) se premia el ser sinvergüenza”

Cuando de esperpento se trata, quien mejor que Don Ramón María del Valle Inclán para recordar una de sus excelsas frases que decía aquello de “En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo”. Y mucho de eso malo salió a la palestra en esa sesión ordinaria del Pleno.

Primero, la torpeza de Susana Mozo. Pedro Sánchez puede ser calificado de todo. Su ‘okupación’ en la Moncloa está siendo inútil y desastrosa. Da para un sinfín de calificativos, menos el de golpista. Porque Pedro Sánchez no ha dado un golpe de Estado, pese a que se haya apoyado en quienes sí lo han hecho para subir al poder. Por cierto, que el PP es también culpable de permitir el advenimiento de Sánchez. Con la dimisión de Rajoy no tendríamos estos lodos.

Pero vayamos a lo que ocupa: el desacierto de Mozo, que daba alas a los socialistas locales para armar bulla y dar la espantada en un ejemplo de piel muy, muy fina. Y en Alcorcón, cuando se trata de dar el cante y actuar como un hooligan, gana protagonismo el concejal del PSOE Miguel Ángel González, que en un alarde de saber estar y educación llamaba fascista al alcalde, con la colaboración de la ruina de EMGIASA llamada Natalia de Andrés. Entre los dos, una nómina de más de 100.000 euros brutos al año y sin responsabilidad de Gobierno.

Los socialistas encontraron un salvavidas en las desacertadas palabras de Mozo para salir pitando, abandonar su trabajo y pasar por caja a fin de mes

Como decíamos, espectáculo bochornoso de unos ediles cuyo sueldo sale de todos los vecinos de Alcorcón. A los concejales del PSOE de Alcorcón no les gustó probar de su medicina -torpe, sí-. Están insultando a todas horas y cuando son correspondidos con similares términos, muestran una hipócrita indignación mientras callan como una de sus ministras aplaude la prostitución y llama “maricón” a su ahora compañero de partido.

El Pleno, lugar en el que los grupos debaten las mociones que afectan a los vecinos, terminó con la única participación de PP y Ciudadanos, que sí cumplieron con sus deberes. Mientras, el PSOE encontró un salvavidas en las palabras de Mozo para salir pitando, abandonar su puesto de trabajo y pasar por caja a fin de mes, no sea que en menos de un año se acabe el chollo de vivir de lo público.