Un prostíbulo que funciona en un chalet de una zona residencial. El continuo tráfico de personas que no solo buscan sexo. Un atraco en la noche del fin de semana. Vecinos que ya no aguantan más. Autoridades que permanecen ausentes
Se trata de una casa que funciona las 24 horas del día, lo cual deriva en continuas molestias a los vecinos y se producen incidentes graves como el ocurrido la noche del viernes 12 de enero.
Unos hechos que se produjeron cuando, en torno a las nueve y media de la noche, dos individuos entraron en el chalé esgrimiendo sendas pistolas simuladas con la intención de robar a los presentes.
Según han informado varios vecinos a Al Cabo de la Calle, las mujeres, junto a algunos clientes, huyeron por la parte trasera y buscaron refugio en las casas de las inmediaciones. La situación provocó las lógicas escenas de pánico entre los vecinos, en su mayoría familias y muchas de ellas con hijos menores, que ahora están aterrados.
En concreto, el vecino del chalé contiguo se encontró con varias de estas mujeres que habían entrado en el patio de la casa y llamaban a la ventana del salón pidiendo refugio. El vecino llamó a la Guardia Civil y hasta el lugar se desplazaron varias dotaciones, aunque, a su llegada, los individuos ya habían huido.
Pero no es la primera vez que se producen graves incidencias y molestias en el barrio. Otra vecina señalaba a Al Cabo de la Calle que tiene que aguantar la presencia en la puerta de su casa de hombres que se equivocan de dirección e insisten en entrar.
HASTA ALTAS HORAS DE LA MADRUGADA
El trasiego de clientes es continuo, afirma esta vecina, aunque lo peor se produce por la noche, y especialmente los fines de semana, cuando pasan coches con la música muy alta, gritos y peleas hasta altas horas de la madrugada.
Respecto a las mujeres que habitan en la casa, todas ellas de origen asiático, los vecinos han asistido a escenas de violencia por parte de los ‘guardianes’ del chalé, también asiáticos, que podrían demostrar que están siendo forzadas a ejercer la prostitución.
Y no es solo la prostitución. Según aseguran los vecinos, todo indica que en el interior del chalé se trafica con drogas ya que es habitual ver personas que entran en el chalé y salen a los pocos minutos.
El vecindario ha protagonizado protestas y caceroladas en la puerta del chalé y han denunciado reiteradamente la situación a las autoridades. Ahora encuentran el apoyo de la Asociación de Usuarios y Consumidores de Valdemoro (ACUSVAL) que se ha dirigido a la Fiscalía Especial Contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada para que investigue el chalé y las actividades que se realizan en su interior.
La denuncia constata que la casa funciona desde hace años como prostíbulo y viene siendo denunciada desde hace años por los vecinos de la zona.
En un escrito presentado en el registro de la Fiscalía, ACUSVAL aporta documentación basada en testimonios de vecinos e informaciones de prensa y solicita que se investiguen posibles delitos de explotación sexual, detención ilegal o contra la salud pública; y que derive las consecuencias a los inquilinos y a la propiedad del chalet.
Su presidente, Jesús Paniagua, señala a Al Cabo de la Calle que “aunque las molestias que sufren los vecinos son importantes, no deben apartar el foco de la esclavitud que sufren las mujeres prostituidas en ese chalet”.
La Guardia Civil se pasó el miércoles para continuar investigando. Nadie respondió a la benemérita, pero las idas y venidas de clientes continúan. Y la angustia de los vecinos también.
Mujeres orientales a cincuenta euros media hora y cien euros la hora
El chalé se anuncia en páginas de contactos con un mensaje en el que, tras la foto de tres chicas de aspecto oriental se ofrece un número de teléfono. A la llamada responde una mujer con acento de esa parte del mundo que ofrece los servicios de las chicas a cincuenta euros media hora y cien euros la hora, facilita la dirección del chalé en la calle Neptuno, 72 de Valdemoro y asegura que está abierto de día y de noche.
La prostitución no es ilegal en España. En la pasada legislatura, el Gobierno presentó en el Congreso una proposición de ley que decayó con la convocatoria de elecciones generales. El texto modificaba el artículo 187 bis del Código Penal con esta nueva redacción: “El que, con ánimo de lucro y de manera habitual, destine un inmueble, local o establecimiento, abierto o no al público, o cualquier otro espacio, a promover, favorecer o facilitar la prostitución de otra persona, aun con su consentimiento, será castigado con la pena de prisión de dos a cuatro años y multa de dieciocho a veinticuatro meses”.
Pedro Sánchez se comprometió el pasado fin de semana, en un acto de su partido en La Coruña al que acudió en el ‘Falcon’, a retomar la ‘abolición de la prostitución’ en esta legislatura.
