Sumar sacude el árbol y el PSOE recoge los frutos. Este lunes, la ministra de Trabajo y vicepresidenta del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, mantuvo una reunión con el expresidente de Cataluña, fugado de la justicia española en Bruselas por el golpe de Estado del 1 de octubre, Carles Puigdemont, “para explorar todas las soluciones democráticas para desbloquear el conflicto político” en Cataluña.

En un comunicado conjunto, ambos decían “compartir la profunda convicción de que la política debe hacerse desde el diálogo y los principios democráticos”. Según el escrito, la reunión fue “fructífera” y permite establecer una relación “normalizada y estable” entre las formaciones políticas de Sumar y Junts.

Aunque el PSOE dice desmarcarse de esta reunión, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que en 2019 quería llevar ante los jueces a Puigdemont, ha cambiado otra vez de opinión y se mostraba convencido también este lunes, de que se producirá un acuerdo para su investidura y que, además, la próxima legislatura será la que “deje atrás definitivamente” la ruptura que se vivió en Cataluña en 2017 con el procés”.

Mientras Sánchez hablaba de “pasar página”, Puigdemont, ya este martes, se descolgaba pidiendo una Ley de amnistía al resto de golpistas, así como el referéndum de autodeterminación, llegando a amenazar, una vez más, con la declaración de independencia unilateral, como ya hiciera hace seis años. También exigía dar “legitimidad” al independentismo, como condiciones ‘sine qua non’ para sentarse a hablar de la investidura.

Desde las filas socialistas era Patxi López quien respondía expresando que les separa “un mundo” con Puigdemont, pero que iban a seguir la senda “del diálogo y el entendimiento”, para rematar que “si la amnistía cabe en la Constitución lo tendrá que decir el Tribunal Constitucional”.

“Un despropósito”

Entre las reacciones a este encuentro estaba la de Isabel Díaz Ayuso, que hablaba de “un auténtico despropósito”, negociado “al margen de las instituciones, del rigor jurídico, de los parlamentos”, acusando al Gobierno e independentistas de “estar troceando la soberanía de todos los españoles”.

Por su parte, el líder del PP y candidato también a la investidura, Alberto Núñez Feijóo, acusaba al Gobierno en funciones de “negociar una amnistía contraria a la Constitución y referéndums de autodeterminación”. Así descartaba sentarse con Junts. “Las condiciones de Junts ni son aceptables ni son asumibles y en nombre de los españoles ni quiero ni puedo pagar ese precio”.