La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha defendido este lunes la instalación de semáforos en la A-5 -hoy están en ámbar y mañana martes se pondrán en marcha con limitación de velocidad- como una medida «valiente» dentro de una vía «con carácter de calle».

«La A-5 es una calle y queremos que tenga ese carácter de calle», ha señalado Carmena en un desayuno sobre la política municipal de protección a la infancia. La regidora de Ahora Madrid ha apuntado que es un debate sobre movilidad «incuestionable» y que hay que afrontar «con valentía y prudencia», pese a que su Ayuntamiento reconocía en un informe que las retenciones podrían aumentar hasta un 350%.

Los semáforos en la A-5 comenzarán a funcionar este martes, 26 de febrero, limitando la circulación en esta primera fase a 70km/h. Son semáforos regulatorios del tráfico que van a permitir la incorporación desde la Vía de los Poblados a la M-40, según apunta el Consistorio de la Capital.

Los de la segunda fase estarán en los cruces para permitir a los vecinos de barrios de Batán, Lucero, Aluche y Campamento, en el distrito de Latina, que puedan cruzar a nivel.

Los semáforos de la A-5 han sido duramente criticados por los municipios limítrofes del sur de Madrid, como Alcorcón, Fuenlabrada y Arroyomolinos. Fundamentalmente el PP de Madrid ha sido el más beligerante contra esta medida de Carmena, llegando incluso a presentar una queja ante el Defensor del Pueblo.

El candidato del PP de Madrid a la Alcaldía el próximo 26 de mayo, José Luis Martínez-Almeida, se comprometió la semana pasada a eliminar los semáforos de la A-5 en el caso de ser elegido alcalde.