Atestiguan quienes lo vivieron de cerca que lo acontecido en las fiestas del Sector 3 bien merece el calificativo de dantesco. Cuando desde los propios sindicatos policiales se habla de “decenas de agresiones, robos, intoxicaciones etílicas, heridos de consideración, detenidos…” no cabe sino preguntarse cómo es posible que ocurran incidentes de tal magnitud en un evento diseñado para el disfrute de los vecinos en un ambiente de concordia y confraternización, como hasta hace no muchos años venía ocurriendo en cualquier fiesta de barrio que se preciase.

El problema de lo ocurrido en el Sector 3 es que pone seriamente en entredicho la cualificación existente en la Concejalía de Seguridad que encabeza Elisabeth Melo. Si ya es difícilmente explicable que se diseñase un dispositivo de seguridad compuesto por tan solo seis agentes para cubrir un evento en el que se dieron cita muchos cientos de personas, lo que verdaderamente clama al cielo es que no se tuvieran en cuenta los precedentes para evitar la gravedad de los hechos.

Lo ocurrido en el Sector 3 pone seriamente en entredicho la cualificación existente en la Concejalía de Seguridad que encabeza Elisabeth Melo

Y es que no hace falta remontarse demasiado en el tiempo para recordar que poco antes del verano, con motivo de las fiestas patronales de Getafe, ya se produjeron unos serios altercados en la plaza del Obispo Felipe Scio Riaza con lanzamiento incluido de botellas de cristal. peleas y pánico generalizado entre los cientos de personas que se encontraban por la zona.

Cierto es que cada vez resulta más habitual en este tipo de celebraciones la aparición en escena de grupos violentos que se dedican, entre otras cosas, a enfrentarse entre sí y ‘reventar’ los festejos. Pero precisamente por eso, y teniendo en cuenta los antecedentes, es por lo que parecía de todo punto obligado diseñar un operativo policial que pudiera cubrir cualquier eventualidad. Lejos de eso, el dispositivo diseñado se vio absolutamente desbordado y no quedó otra que pedir refuerzos con carácter de urgencia por la alarmante falta de previsión del departamento responsable en última instancia, que no es otro que la Concejalía de Seguridad.

Lo peor es que el excelente trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad queda empañado por la creciente sensación de inseguridad de los vecinos

Y lo peor de todo es que el excelente trabajo que desempeñan tanto la Policía Local de Getafe como el resto de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado queda empañado por la sensación de creciente inseguridad que invade a los vecinos al leer ese tipo de noticias cada vez más habituales en las que no solo se habla de los graves incidentes en unas fiestas de barrio, sino también, por ejemplo, del intento de rapto de una niña de apenas 11 años en La Alhóndiga o del descubrimiento de varios paquetes de droga escondidos en parques de la ciudad, por citar algunos de los sucesos que en las últimas fechas han tenido cabida en los informativos a nivel nacional.

Si se trata de un tema de escasez de efectivos, como se viene denunciando reiteradamente desde los sindicatos policiales, tiempo le está faltando al Ayuntamiento para tomar medidas con carácter de urgencia y proporcionar los medios suficientes para tratar de paliar el problema. Con la seguridad no se juega, como llevamos advirtiendo en estas páginas desde tiempo inmemorial.