uleg leganes

«Ande yo caliente. Y ríase la gente. Traten otros del gobierno. Del mundo y sus monarquías, Mientras gobiernan mis días, Mantequillas y pan tierno, Y las mañanas de invierno Naranjada y aguardiente…Y ríase la gente”.

Estas estrofas las regaló al mundo el gran poeta del Siglo de Oro Español, Luis de Góngora y Argote. Un genio de las letras. Envidia mundial de nuestra literatura y cuyas estrofas hoy son más que nunca actualidad en un municipio como Leganés, víctima del egoísmo supino de sus representantes políticos. Mejor dicho: de la mayoría de sus representantes políticos, pues solo unos pocos están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias en la comisión de investigación del ‘caso Almagro’.

Almagro trabaja a tiempo completo en una empresa ferroviaria y recibe 40.000 euros anuales del Ayuntamiento de Leganés por una dedicación del 80%

Antonio Almagro, el concejal de Unión por Leganés (ULEG) que trabaja a tiempo completo en una empresa ferroviaria y recibe 40.000 euros anuales del Ayuntamiento de Leganés por una dedicación del 80%. Un caso que destapó en exclusiva este periódico y sobre el que han corrido ríos de tinta. Incluso el Juzgado ha dado la razón a la información publicada por este medio de comunicación frente al intento del propio Almagro y su líder, Carlos Delgado, de tratar de silenciarnos. Sí, en pleno siglo XXI 40 años después de que la Constitución reconociese el derecho a la información veraz, como la contenida en anteriores páginas de Al Cabo de la Calle.

Y hablábamos de egoísmo porque tras las amenazas y exabruptos que vertió el líder de ULEG, Carlos Delgado, en una de las sesiones celebrada a puerta cerrada, algunos concejales parecen haber metido el rabo entre las piernas con tal de no verse las caras con el sicofanta de Leganés. Sobre todo una parte del PP, liderada por Miguel Ángel Recuenco, que parece no recordar que fueron ellos quienes instigaron a que el Pleno creara esta comisión de investigación y ahora reculan.

Quedan seis meses para las elecciones y lo importante para los concejales es mantener el sillón y no complicarse en comisiones de investigación

El PP de Recuenco está pensando más en el futuro cortoplacista. Tiene a la vista las elecciones municipales de mayo de 2019, que se van a prestar a pactos para hacerse con la Alcaldia. Y uno de esos socios, es vox populi -por qué no- puede ser ULEG, que está loco por la música de acariciar poder a toda costa, pese a ese traje de eterno segundón que repite una y otra vez en cada cita con las urnas.

Por esta razón el PP de Leganés está decidido a pasar de puntillas por la comisión del ‘caso Almagro’. Quedan seis meses e importa más el sillón del futuro, que las complicaciones del presente. Otro caso paradigmático es el que juega Rubén Bejarano que ahora plantea lo mismo que propuso Carlos Delgado en la última sesión.

Está claro que el que dé un paso en falso no sale en la foto más allá de mayo. No importa que el dinero de los leganenses se pierda por el camino. Ni tampoco la vergüenza que supone un caso como el del edil de ULEG, Antonio Almagro. Lo importante es el acta de concejal. El parné a fin de mes. Por que ‘Ande yo caliente, y ríase la gente’.