Pleno Ayto Pinto

En la vida resulta necesario dejar un resquicio abierto a la improvisación. En el arte sin duda esto es necesario, pues lo académico resulta aburrido y el ingenio, sin límites, es la salsa, como decíamos, de la existencia. Véase si no grandes clásicos de la literatura, del cine, de la pintura… Maestros que seguían un guión y de repente giraban, borraban y creaban algo maravilloso. El propio Picasso -por citar un ejemplo- lo hizo en una de sus obras cumbres como el Guernica. Y todavía hoy, si nos acercamos a sus trazos, vemos como la sombra de los borrones siguen persistiendo y demostrando eso de que rectificar es de sabios.

En cambio en política la improvisación no es buena consejera. La improvisación a la hora de gestionar indica que no tienes un plan. Qué según venga el aire así te mueves. A veces incluso es hasta oportunista y demagoga. Y no hay nada peor en política que hacer gala de estos dos atributos.

Durante estos cuatro años, la improvisación ha sido la bandera del Gobierno de Ganemos Pinto. Ni en sus mejores sueños imaginaron gestionar una ciudad de más de 50.000 habitantes. Y en cambio, teniendo esa posibilidad casi divina, no han hecho nada. Todo lo contrario. La sensación es de que el municipio ha navegado a la deriva y sin rumbo.

Ganemos ha tenido en cuatro años la posibilidad de implantar su modelo. En cambio la sensación es de que el municipio ha ido a la deriva y sin rumbo

Hay quien dirá: sí, pero se ha reducido la deuda. Un Gobierno que presenta como mejor baluarte de gestión la reducción de la deuda, no puede decirse de izquierdas. Todo lo contrario. O incluso esgrimirán: sí, se ha abierto la Torre de Éboli. Cuyas gestiones arrancaron antes de 2015.

¿Y el vertedero? Sigue ahí. ¿Y Pintogym? El conflicto continúa. Como con el skatepark y sobre todo los líos con la UTE, que para más inri se encuentran en fase judicial con el alcalde, a día de hoy, imputado.

Todos estos problemas son el ejemplo de que la legislatura que ahora acaba ha sido una legislatura perdida. Tiene remedio a partir del 26 de mayo y en las urnas se va a decidir entre tener las cosas claras y la improvisación. Si Ganemos Pinto tenía un modelo de ciudad para estos cuatro años no lo ha demostrado, pues no ha hecho prácticamente nada de lo que prometió. En cambio otras opciones, como PP o PSOE ya se han presentado como alternativa a esa falta de preparación.

El tiempo de Ganemos Pinto ha pasado. Es momento de quienes tienen las cosas claras y no de quienes han hecho de la improvisación su sayo

Se podrá cuestionar, por supuesto, si el modelo del PP de Rabaneda o del PSOE de Diego Ortiz es más o menos bueno. Atrae más o menos. Pero lo que es incuestionable es que las dos formaciones defienden lo que piensan. La propia Miriam Rabaneda sostiene en este periódico la externalización de los servicios siempre y cuando beneficien al contribuyente. Lo tiene claro. Igual que Diego Ortiz cree que el mejor modelo para esta materia es la municipalización.

En cambio Ganemos, partidario de lo segundo, no ha hecho nada. A verlas venir. Por eso su tiempo ha pasado. Es momento de apostar por quienes tienen las cosas claras y no por quienes han hecho de la improvisación y el sectarismo su sayo.