Fue entre los años 1703 y 1707 cuando se estima que el compositor barroco alemán Johann Sebastian Bach escribió su pieza Tocata y fuga en re menor BWB 565, considerada una obra maestra por sus rasgos de originalidad y osadía. Una osadía que sobra en políticos como Carlos Delgado a los que luego, a la hora de la verdad, se les va la fuerza por la boca.

Un tipo de personajes de dudosa ralea, baja estofa y menor catadura moral que de puertas afuera alardean de una valentía e intrepidez que a la hora de la verdad, cuando verdaderamente se pone a prueba su grado de honestidad, se les acaba yendo la integridad por el sumidero.

En el caudaloso torrente de fechorías que adorna su estrambótica trayectoria cada vez son más asiduas las maniobras de escapismo

Al portavoz de ULEG, que lleva viviendo de los vecinos de Leganés desde tiempo inmemorial -un millón de euros en compañía de su mujer, que también vive a costa del erario público- se le agotan las excusas conforme se acerca el proceso electoral del 26 de mayo. En el caudaloso torrente de fechorías que adorna su estrambótica trayectoria cada vez son más asiduas las maniobras de escapismo -parafraseando el mítico título del grupo Love of Lesbian– para no tener que dar la cara, ésa que como siempre hemos dicho es tan dura que debe estar compuesta por una aleación de cemento, hormigón, granito y grafeno.

Resulta curioso que la viperina lengua del sicofanta de Leganés, esa que saca a pasear sin denuedo para menospreciar y vilipendiar sin medida a todo aquel que osa ir en contra de sus oscuros intereses y tejemanejes, haya hecho mutis por el foro a cuenta de la comisión de investigación del ‘Caso Almagro’, ese concejal de ULEG que cobra 40.000 euros del consistorio leganense -es decir, del bolsillo de los vecinos- por una dedicación parcial del 80 por ciento mientras mantiene un trabajo a tiempo completo en una empresa ferroviaria. Como bien recordaba recientemente el concejal José Manuel Egea, de Ciudadanos, poco tiempo le debe quedar para dormir al bueno de Almagro teniendo que currar al 180 por ciento.

Almagro y Delgado han protagonizado una nueva espantada pasándose por el forro de sus caprichos la citación para comparecer en la Casa Consistorial

Y es que tanto Almagro como su ‘superior’ Delgado protagonizaron el pasado viernes una nueva espantada pasándose por el forro de sus caprichos la citación que se les hizo llegar para comparecer en la Casa Consistorial -la de todos los leganenses- con el fin de que diesen las oportunas explicaciones por la presunta financiación irregular de su formación.

Fue la segunda ‘tocata y fuga’ del ególatra líder de la formación vecinal, que por un lado se dedica a tocar las narices a todo quisqui y por otro emprende las de Villadiego cuando le brindan una inmejorable oportunidad para que demuestre en presencia de luz y taquígrafos que su gestión es tan impoluta y ejemplar como el preconiza en sus inabarcables delirios de grandeza.

Lejos de dar la cara y rebatir las incógnitas del ‘Caso Almagro’ donde debería hacerlo, este ‘vividor’ profesional de la política se dedica a lanzar barro a otras formaciones y amenazar con denuncias y querellas a diestro y siniestro. Si tiene pruebas de sus acusaciones, ya está tardando. Lo que pasa es que ya no engaña a nadie.