LEGANÉS| Trabajadores y sindicatos del Saneamiento Urbano aumentan el pulso contra el alcalde
El estado de suciedad de muchas de las calles de Leganés lleva tiempo acaparando los focos y siendo uno de los temas centrales de los debates municipales. A medio camino entre un pliego de condiciones que no termina de ver la luz y unos presupuestos que buscan garantizar su financiación, el sector de la limpieza en el municipio enfrenta un momento crucial.
Por un lado, los trabajadores reclaman una mejora en las condiciones. Por otro, el Ayuntamiento ya ha anunciado los Presupuestos 2025 con un aumento de más del 50% destinado a la limpieza.
En cualquier caso, no parece haber calmado ni a los trabajadores ni a los sindicatos, que han preparado una serie de movilizaciones. Y aunque el objetivo es reclamar mejoras salariales y estabilidad para los trabajadores, han dejado también al descubierto las tensiones latentes en un servicio esencial para la ciudad.
Una situación enquistada
El contrato vigente de limpieza en Leganés expiró el pasado mes de agosto, lo que ha llevado a una prórroga que, según denuncian los sindicatos, mantiene en suspenso las mejoras esperadas por los trabajadores.
Este colectivo, compuesto por unas 280 personas, lleva 12 años sin subidas salariales significativas, un dato que contrasta con el incremento del coste de vida y la importancia de su labor.
El nuevo pliego, que debería regular las condiciones del servicio y garantizar una inversión de 3 millones de euros en cuatro años, depende ahora de la aprobación definitiva de los presupuestos municipales de 2025.
La tensión no se limita a los trabajadores. Los vecinos de Leganés también sienten los efectos de esta incertidumbre, con quejas crecientes sobre la limpieza de las calles y la recogida de residuos.
El Ayuntamiento, por su parte, asegura que el nuevo presupuesto, que contempla un incremento del 52,48% en este ámbito, marcará un punto de inflexión para mejorar el servicio. Sin embargo, los sindicatos temen que vincular el nuevo pliego a la aprobación de las cuentas municipales sea una apuesta arriesgada que puede perpetuar el problema.
Movilizaciones en la Plaza Mayor
Este clima de incertidumbre ha llevado a los trabajadores a movilizarse. Este miércoles, numerosos empleados del servicio de Saneamiento Urbano de Leganés se concentraron en la Plaza Mayor del municipio para exigir una resolución, como antesala a una posible huelga.
Las pancartas reclamaban “dignidad laboral” y “compromiso político”, mientras que los representantes sindicales de CC.OO del Hábitat Madrid denunciaban lo que consideran una situación insostenible.
🔴 Concentración de la plantilla del saneamiento urbano de #Leganés frente al consistorio para que saque un pliego de condiciones que regule el servicio y lo dote económicamente.
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— Comarca Sur CCOO (@CCOOmadridSur) December 18, 2024
“No se puede jugar con un servicio esencial para la ciudad ni con los derechos de las personas que lo hacen posible”, afirmaron.
Los trabajadores señalan directamente al alcalde, Miguel Ángel Recuenco, como responsable de desbloquear la situación. Mientras, el equipo de Gobierno se defiende afirmando que la aprobación de los presupuestos será clave para garantizar las mejoras.
A pesar de ello, también han señalado que, si el presupuesto no saliese adelante, existen vías alternativas como modificaciones presupuestarias para sacar el pliego adelante.
¿Problema de financiación o de gestión?
Los presupuestos municipales de 2025, aprobados inicialmente por la Junta de Gobierno y pendientes de su ratificación en Pleno, son los más altos en la historia de Leganés, con 212 millones de euros.
De esa cifra, una parte significativa está destinada a mejorar los servicios de limpieza, tanto en medios materiales como en costes de personal. Sin embargo, en redes sociales y foros ciudadanos, hay quienes cuestionan si el problema radica realmente en la falta de recursos o en la gestión del servicio.
El incremento presupuestario no ha convencido a todos. Críticos con el modelo de concesión denuncian que, a pesar de las inversiones millonarias, los resultados no están a la altura. “No es un problema de dinero, sino de cómo se gestiona”, comentaba un vecino en redes sociales.
Otros señalan que el actual modelo de contratas perpetúa una situación de dependencia y falta de control efectivo por parte del Ayuntamiento.
Desde el Ayuntamiento de Leganés, Recuenco ha destacado su compromiso con la mejora del servicio. En sus declaraciones, insiste en que el presupuesto será un antes y un después para la limpieza viaria, apostando por una ciudad más cuidada y sostenible. También ha lamentado las críticas y las movilizaciones, asegurando que su equipo trabaja sin descanso para encontrar soluciones.
Mientras tanto, los vecinos esperan resultados tangibles que vayan más allá de las palabras. La limpieza de una ciudad no solo afecta a la calidad de vida, sino también a la imagen de Leganés como un municipio moderno y eficiente.
Resolver este embrollo será clave para recuperar la confianza tanto de los trabajadores como de la ciudadanía.