La concejala de Cultura y el alcalde de Fuenlabrada en la presentación de una exposición (CEART)

La lengua española es una de las más ricas en expresiones, refranes y locuciones aplicables a situaciones de la vida cotidiana. Hay que decirlo con orgullo, alto y claro: tenemos una lengua envidiable. Con frases, por ejemplo, como: ‘una cosa es predicar y otra dar trigo, que en síntesis viene a decir aquello de es más fácil dar consejos y lecciones que practicarlos.

Seguramente, lector, en su día a día ha venido a caer en contradicciones entre lo que dice y hace. Es un error habitual, la hipocresía, que en un ciudadano de a pie no debe ir más allá de la corrección puntual. Sin embargo, cuando esa incoherencia se produce en un servidor público, un representante del vecino, no vale con la vana excusa del desconocimiento o el fallo. En alguien de estas características se presupone cierto nivel que va en el cargo y, en consecuencia, en el sueldo.

Cuando la incoherencia se produce en un servidor público, representante del vecino, no vale con reconocer el fallo, la excusa y el desconocimiento

No, no nos referimos a los viajes en avión oficial del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la boda de su cuñado. Cuando hace un año eran privilegios y hoy cuestión de estado. Ni tampoco al casoplón de los Iglesias-Montero en la sierra. Hace cuatro años casta y hoy necesidad. Ni tampoco a la faraónica boda de Rita Maestre en una finca privada . Cuando hace un año quería prohibirlas por competencia desleal.

No, no hablamos de esas paradojas en las que suelen caer los guardianes de la moral y la corrección. Los de consejos vendo que para mi no tengo. Esta vez nos referimos a que alguien no ha hecho bien sus deberes en el ejercicio de sus funciones y por eso tiene que asumir responsabilidades políticas, más allá de una escueta nota de prensa. Concretamente, la concejala de Cultura de Fuenlabrada, Maribel Barrientos, reconocida feminista.

Todo después de que en la programación de las fiestas de la ciudad “se colara” el concierto del rapero Arce con letras cuanto menos dudosas y que toda feminista, seguro, denunciaría. Aquí la cuestión no está en la libertad de expresión del rapero, su estilo o forma de hacer la poesía del siglo XXI. A sus fans les gustará y es cosa suya. El asunto chocante radica en cómo es posible que alguien que enarbola la bandera del feminismo permita que con dinero público tenga lugar un concierto de esas características.

Cómo es posible que alguien que enarbola la bandera del feminismo permita que se hagan conciertos como el de Arce con dinero público

La concejala ha reconocido el error y “los intolerables contenidos machistas de las letras”. Pero como decíamos, los servidores públicos no pueden tener ni el más mínimo fallo, sobre todo cuando tu trabajo consiste en esto. Cierto es que Fuenlabrada cuenta con una programación cultural a la altura de pocas ciudades. Que Barrientos ha hecho un trabajo estos años encomiable al frente de la delegación. Pero este error de bulto es demasiado grande como para cubrirlo con unas notas redactadas por escrito.

Cuando has hecho de tu política contra la violencia de género principal baluarte de acción, si no en el Pleno o en rueda de prensa, hay que dar un paso al frente y asumir la responsabilidad del cargo. Quizá la dimisión, a medio año de elecciones, se antoja excesiva, pero en aras de la credibilidad de este Gobierno, Barrientos ha de dar más trigo y, tal vez, predicar menos.

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