U n escorpión y una rana se encontraban junto a una charca. El escorpión deseaba con todas sus ganas cruzar al otro lado y no sabía cómo, hasta que tuvo la genial idea de pedir a la rana que le ayudara a salvar el paso. El batracio, temeroso de semejante aguijón, obviamente se negó a cruzarle. -“Si te cruzo, me picarás y moriré”, le dijo. “-¿Cómo voy a hacer eso? Si te pico, morirás y nos ahogaremos los dos”, replicó el otro.
El argumento, de una lógica aplastante, acabó convenciendo a la rana. Sin embargo, cuando iban por la mitad de la charca, el escorpión picó con su aguijón. Antes de morir ahogados, la rana miró incrédula al escorpión y preguntó por qué lo había hecho: -“No lo pude evitar, está en mi naturaleza”…
De aquí podemos extraer varias lecturas. Principalmente, que la mentira hace daño. No es el mejor camino y, por supuesto, guárdense de los embusteros, que haberlos haylos. Asimismo, que hay personas que bajo sus buenas intenciones, ocultan desgraciados cometidos que, sea como fuere, también acaban doliendo.
En política, la mentira está a la orden del día. Hay incluso políticos que hacen de ella su razón de ser. Habría que hablar de los ciudadanos que, en este tiempo, hemos consentido que nos mientan a la cara una y otra vez, sin exigir responsabilidades.
Dicho lo cual, la prueba viviente de la mentira innata es el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: un mentiroso compulsivo. Y en Getafe está su alumna aventajada: la socialista Sara Hernández. La hipocresía personificada. Ya saben, iba a estar 8 años como mucho, Código Ético mediante, pero se lo saltó a la torera, traicionando no solo a sus electores, sino a toda la ciudadanía de Getafe. También estaba contra la ampliación del vertedero de Pinto, pero ha terminado haciendo lo contrario. Otro aguijonazo más del escorpión Sara.
La mentira tiene las patas muy cortas y la enésima prueba de ello es el uso que han hecho de las instituciones de todos los getafenses, tanto la alcaldesa del PSOE como su socio Podemos, alentando manifestaciones contra la política sanitaria de la Comunidad de Madrid. Un mensaje fraudulento que ha desmentido la propio Comisión Europea, que sitúa a la sanidad madrileña como la región más competitiva a nivel europeo, el Índice de Competitividad Regional de la Unión Europea. Por encima, incluso, de Estocolmo (Suecia), que siempre ha liderado este ranking.
¿Y ahora qué, alcaldesa? ¿Con qué nueva mentira va a salir ahora? Vecinos de Getafe: ¿no están cansados de un PSOE mentiroso, más preocupado de engordar la nómina de sus amigotes coordinadores, que de solventar los problemas reales de la ciudad? Si lo están, el 28 de mayo se abre una nueva oportunidad en las urnas, para botar la trola, el embuste, superchería y engaño constante de socialistas y comunistas morados, cooperadores necesarios de este embeleco.
