pleno leganes

El inicio del curso político en Leganés va a empezar de forma trepidante. Atrás se quedaron las fiestas patronales de, cuanto menos, dudosa calidad. También las vacaciones, recuerdo que parece de otra época. Y por delante, en el horizonte, se vislumbra el primer Presupuesto municipal de esta legislatura, siempre y cuando los concejales de la Corporación estén a la altura de las circunstancias.

Pero vayamos por partes. Leganés sigue funcionando con unas cuentas municipales que datan del año 2014. Las últimas que aprobó el exalcalde Jesús Gómez. La fragmentación del Pleno pepinero ha puesto muy difícil la configuración de unas cuentas municipales estos años. Y más teniendo en cuenta la personalidad de algunos de los concejales que calientan la poltrona.

Leganés sigue funcionando con unos presupuestos del año 2014. Los últimos que aprobó en su momento el exalcalde Jesús Gómez

En el último número antes de las vacaciones de agosto, ya advertíamos de la necesidad de elaborar un nuevo Presupuesto con el inicio del curso. Sin este documento, clave para el desarrollo de la ciudad, muchas de las partidas económicas en Educación, Deporte, Infraestructuras, Medio Ambiente o Servicios Sociales estaban en peligro. Y dicho y hecho, pues el alcalde Santiago Llorente, ha dado un paso al frente aprobando en Junta de Gobierno el Presupuesto Municipal para que, previsiblemente el 18 de septiembre, sea discutido en el Pleno, donde tendrá que retratarse el resto de grupos.

No vale ya, sobre la bocina de las próximas municipales -menos de un año vista- ponerse de perfil. Toca mojarse. El Gobierno de Llorente lo ha hecho, presentando al fin una propuesta por supuesto abierta a alegaciones, necesarias y que entran dentro del juego de la Democracia.

Del debate de las cuentas municipales va a depender el futuro de la ciudad y también de muchos de sus concejales

Leganemos y Ciudadanos ya han anunciado su abstención para permitir el debate. El PP ya lo ha rechazado y falta saber oficiosamente el voto de las no adscritas. Ahora bien, quien va a tener la llave va a ser ULEG, que lleva ocho meses con la matraca de dar el ‘si quiero’ a Llorente, supuestamente, por el bien de la ciudad. El partido unionista tiene que pasar de las palabras a los hechos y tomar una decisión que a ver de qué manera logran vender entre sus adeptos.

Para bien o para mal, la altura de Carlos Delgado y sus cinco ediles se va a demostrar con la jugada maestra del alcalde Llorente de presentar, finalmente, el Presupuesto Municipal. Habrá que ver si el sí que han vendido estos meses Delgado y sus compinches era sincero o escondía ese veneno al que suele acostumbrarnos.

De ahí, como decíamos, que estas próximas semanas la política pepinera se preste, como poco, a emocionante. Del debate sobre las cuentas municipales va a depender gran parte del futuro de la ciudad. Pero también de muchos de sus concejales que ya empiezan a dar lustre a sus chiringuitos de cara a las elecciones municipales de 2019, que están a la vuelta de la esquina. Aunque antes de las urnas, quedará por atravesar ese Rubicón del 18 de septiembre. Y a partir de ahí: Alea iacta est.