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El que avisa no es traidor. Lo veníamos advirtiendo de un tiempo a esta parte. El extraño caso del alcalde Jekyll y el señor Hyde. Ese proceso que, de cuando en cuando, transforma al regidor de Pinto, Rafael Sánchez, en un edil capaz de acordar inversiones con una parte de la oposición y al segundo, cambiar radicalmente de actitud, insultar a los concejalas de la bancada popular y regalar peinetas a aquellos que le retratan frente al espejo que no quiere verse pero que es la realidad pura y dura.

Así se las gastaba Rafael Sánchez el pasado domingo en el Amelia del Castillo cuando un grupo de aficionados del Atlético de Pinto hacía una chanza sobre la presencia en el palco del alcalde -lo que antes criticaba, mofaba y ahora, en actitud hipócrita, copia y pega de sus predecesores- y este les regalaba una peineta para la posteridad. Reconocido horas más tarde por el propio Rafael Sánchez en su cuenta personal de Facebook. Allí se excusaba diciendo que “antes de alcalde soy persona” y que “uno no es de hielo, es persona y ya está bien de burlas e insultos”, llegando a insinuar una posible salida del cargo. Pues alcalde, con sinceridad, si no es capaz de aguantar la crítica de aquellos que no piensan como usted: dimita ya. Abandone la Alcaldía y ponga fin a un Gobierno, el de Ganemos Pinto, que tiene el municipio patas arriba.

La recogida de firmas contra el cambio de gestión del antiguo Pintogym surge de las entrañas del propio Ganemos Pinto

Porque un alcalde como el de Pinto tiene que estar por encima de cualquier comentario -que no insulto, cosa que jamás se produjo-. Rafael Sánchez, como la mujer del César, no solo debe ser alcalde sino además aparentarlo. Gobierna para todos los pinteños, no solo para aquellos que le votaron y a los que traicionó desde el momento en el que asumió la Alcaldía aun sin ser la fuerza más votada. Esos que en 2015 confiaron en su equipo de Gobierno y que hoy han despertado por la cacicada acontecida en el cambio de gestión del antiguo Pintogym. Que aún siendo un proceso legal carece, como ponen de manifiesto los precursores de esta iniciativa de firmas, de cualquier moralidad.

Porque no hay que olvidar que la recogida de firmas contra este cambio de modelo surge de las entrañas de Ganemos. Una propuesta de la que se han apoderado los tentáculos del MIA con Rafael Sánchez a la cabeza y que apenas es una sombra de aquel movimiento que surgió para las municipales de 2015.

Alcalde, si no es capaz de aguantar la crítica de aquellos que no piensan como usted: dimita ya. Ponga fin a un Gobierno que tiene Pinto patas arriba

Por eso -y también avisamos de ello- el Ejecutivo de Rafael Sánchez ha sobrepasado el borde del ataque de nervios. Está rabioso y así lo evidencia en cada Pleno y en cada intervención, peineta mediante. De ahí que no sea de extrañar que, viendo que el chollo se acaba, que solo unos pocos talibanes de redes sociales confían en este Gobierno amortizado, la peineta se vaya transformando en ‘dedazo’ antes de los comicios locales de 2019. Y no lo decimos nosotros, lo expone el PSOE de Pinto que acusa a Ganemos de colocar a dedo a la Jefa de Negociado de Secretaría.

Muchos frentes abiertos tiene el actual Gobierno de Ganemos Pinto, incapaz de asumir la crítica. Muchas brechas han generado y ninguna solución.