UTE PINTO

Se buscan chivatos para tapar la incompetencia de Ganemos Pinto. Así titulábamos el editorial del último número para resumir el acuerdo anunciado por Consolación Astasio, consejera delegada de Aserpinto y concejala de Hacienda, con los sindicatos de la empresa pública. Acuerdo por el cual, los trabajadores de la UTE Valoriza-Gestyona, encargada de la recogida de residuos y limpieza del municipio, que denunciaran a la empresa por incumplimiento del pliego de condiciones serían premiados con un puesto de trabajo en Aserpinto. Eso sí, el chivato debía estar bien identificado y su chivatazo tenía que beneficiar a los intereses del Ayuntamiento. Si no fuera así, el susodicho se quedaba con una mano delante y otra detrás.

Como era de esperar, tanto el editorial como la propia noticia corrieron como la pólvora causando revuelo en el municipio -alcalde, que las redes sociales son de todos-. Y por supuesto, los trabajadores de Valoriza-Gestyona no han sido ajenos a este caos que ha intentado sembrar en la plantilla y la propia empresa el Gobierno de Rafael Sánchez. Hay que recordar, que nunca está de más, que corresponde al Ayuntamiento de Pinto vigilar que la empresa cumple con el pliego de condiciones por el que se le está pagando un dinero a cambio del servicio. Esa vigilancia, en ningún caso, puede acarrear sobre la espalda de los trabajadores, tal y como pretenden desde el Ejecutivo local. Dicho lo cual y cada día que pasa, la noticia no deja de ser más esperpéntica que desde el primer momento que vio la luz.

La vigilancia para que la UTE cumpla con el pliego corresponde al Ayuntamiento y nunca debe acarrear sobre las espaldas de los trabajadores

La estrategia del chivatazo, de fomentar espías y ‘acusicas’ entre los trabajadores de la UTE se ha vuelto en contra de Ganemos. El alcalde y los suyos, poco partidarios de los toros, han pinchado en hueso, porque los sindicatos han saltado también como un resorte ante la preocupación -lógica- de los trabajadores de limpieza. En un comunicado, CGT y UGT han destapado también las vergüenzas de un Gobierno, el de Pinto, que insistimos está amortizado.

Rafael Sánchez, desde que llegó a la Alcaldía, pese a no ser la fuerza más votada, ha levantado ampollas en todos los sectores del municipio. No queda ni uno a salvo de la “poderosa” mano del regidor pinteño, que como Nerón primero, incendia la ciudad pero es incapaz de sacarla de sus cenizas o, como Atila, la arrasa y no vuelve a crecer la hierba. Incluidas las bases que confiaron en su proyecto allá por 2015. Y si no véase la imparable lucha contra la externalización del antiguo Pintogym, cuyos promotores siempre han reconocido que formaron parte del proyecto de Ganemos cada vez más engullido por el MIA.

Ahora han sido los trabajadores de Valoriza quienes se han visto afectados por la nefasta e incompetente política del Gobierno local. Suerte que al menos tienen a sus sindicatos que han salido en defensa de sus intereses ante la engañifa de los cantos de sirena de Sánchez y su equipo. Esos mismos cantos que trajeron por el camino de la amargura al bueno de Ulises. Pero esta vez no ha colado. Y la cosa promete que continuará en más capítulos.