El gran filósofo existencialista, Jean Paul Sartre, dejó para la posteridad aquella frase reveladora que decía: “El infierno son los otros”. Locución que se recogía en una de sus obras de teatro: A puerta cerrada.

Y que venía a señalar, sencillamente y en síntesis, que los problemas que nos rodean, que lastran nuestra supervivencia, no son ‘culpa’ nuestra. El mal es provocado por el de al lado. Y su mirada, que nos recuerda lo que somos en verdad y no lo que creemos ser, inflige un tormento difícil de digerir.

Por eso siempre es más fácil echar la culpa a los demás que hacer autocrítica. Buscar en el prójimo una responsabilidad que no se quiere asumir. Algo más grave aún cuando en tu mano está verdaderamente el poder de decisión. Como igual de grave es creerte poseedor de la verdad y no admitir una visión contraria a la tuya, que puede llevar al enriquecimiento mutuo.

El alcalde cae en la contradicción cuando pide un puesto de la Guardia Civil y a la vez dice que no hay inseguridad en Humanes

No en vano la convivencia y la democracia se basan también en ese respeto mutuo de quien discrepa hacia nosotros. De ceder de vez en cuando en nuestras pretensiones y abrir la puerta al diálogo, en vez de a la confrontación.

Sin embargo en Humanes de Madrid parece que se lleva más lo primero que lo segundo. El alcalde, José Antonio Sánchez, cree que “El infierno son los otros”. Y cuando le muestran que la realidad no es ni mucho menos comparable a aquella percepción que él cree observar, monta en cólera y arremete contra su oponente. Como por ejemplo le sucedió al portavoz del PSOE, Isidro Navalón, en el último Pleno, donde fue expulsado por el regidor mientras se debatía sobre seguridad.

Es obvio que Humanes de Madrid tiene un problema de seguridad, pese a que el alcalde prefiera no verlo. Se lo están diciendo desde todos los sectores. Y uno especialmente ducho en la materia, como son los sindicatos policiales. Pero lejos de aceptar las recomendaciones, prefiere obviarlas y seguir en la cerrazón de mirar en los demás la solución a un problema que está en él mismo.

No tiene mucho sentido pedir la implicación de otras administraciones cuando desde tu Gobierno se practica el inmovilismo

José Antonio Sánchez sigue obcecado en el puesto de la Guardia Civil. Muy necesario, sí. Pero como apuntaba el exconcejal de IU, Víctor Pozo: cómo se lo van a conceder si el propio alcalde cae en la contradicción de decir constantemente que en el municipio no hay inseguridad. Por un lado Sánchez dice que han bajado la delincuencia y los delitos, mientras por otro lado solicita al Ministerio del Interior el citado Cuartel. Una contradicción pura y dura.

Sin embargo lo que sí está al alcance del alcalde de Humanes es dotar de más agentes a la plantilla de Policía Local, como le están exigiendo, y dejar de actuar mediante ‘decretazos’ al más puro estilo Sara Hernández en Getafe.

No tiene sentido, pues, pedir la implicación de otras administraciones cuando tú mismo prácticas el inmovilismo teniendo la responsabilidad directa en temas como el de la seguridad o, por ejemplo, la limpieza. Alcalde, el infierno no son los otros. Está en uno mismo. Y la autocrítica siempre es necesaria. Reflexione.