
Leganés planta cara al «tasazo» de basuras impuesto por el Gobierno
Ha sido iniciar el año y ya tenemos los primeros líos con la puesta en marcha del impuesto a la basura, denominado por la oposición como “tasazo”. La nueva normativa, conocida oficialmente como la ‘Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular’, obliga a todos los municipios a establecer una tasa para financiar la gestión de residuos y por el que los vecinos de 131 barrios de la Comunidad tendrán que pagar un nuevo impuesto.
Una tasa que ha sido considerada desde el primer momento como un ataque al bolsillo de los ciudadanos, ya de por sí cargados con una infinidad de impuestos. Y es que esta medida no ha sido bien recibida por muchos ayuntamientos, especialmente en el sur de Madrid, donde el centro del debate ha estado en torno a la «carga económica» que podría suponer para los ciudadanos.
El Gobierno sostiene que la medida responde a una recomendación de la Comisión Europea, aunque desde Bruselas ya desmintieron que la tasa fuese una imposición directa. De hecho, algunos expertos denuncian la falta de claridad sobre cómo aplicar esta tasa y la responsabilidad que recae sobre los propios ayuntamientos, sin tener una guía concreta desde el Ejecutivo.
En cualquier caso, lo que está claro es que la tasa es de obligatorio cumplimiento. Por eso, no se esperaba ninguna sorpresa en este asunto. O esa era la idea hasta que se conoció hace unos días el anuncio del alcalde de Leganés, Miguel Ángel Recuenco, de no acatar esa orden.

«Que se lo repiense bien el alcalde»
El ejecutivo local ha decidido no aplicar la polémica tasa de basuras impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez, generando un pequeño terremoto en el ámbito político local. Recuenco anunció, a través de un mensaje en sus redes sociales, que en Leganés «no se va a aplicar la tasa», destacando que, a pesar de la obligación que marca la nueva ley, su municipio no incrementará los impuestos ni cobrará a los vecinos por este concepto.
Según el alcalde, el presupuesto de este año, que asciende a 212 millones de euros, se destinará a mejorar los servicios públicos del municipio, como la limpieza y el mantenimiento, sin recurrir a subidas de impuestos. “No vamos a gravar más a los vecinos. El dinero está allí, solo hay que gestionarlo adecuadamente”, declaró, en un mensaje que ha encontrado eco entre muchos de los ciudadanos del municipio, hartos de ver cómo sus bolsillos se ven afectados por constantes subidas fiscales.
Sin embargo, y como era de esperar, la postura de Recuenco no ha pasado desapercibida para el Gobierno. Francisco Martín, delegado del Gobierno en la Comunidad, no tardó en lanzar un ultimátum: “Que se lo repiense bien el alcalde”, ha señalado recientemente, advirtiendo que los municipios deben cumplir con la ley.
información publicada hoy en @okdiario
“El alcalde de Leganés se rebela contra el basurazo y no aplicará la tasa: «Sánchez sólo quiere recaudar» https://t.co/GptMpD8HGF
— Miguel Ángel Recuenco 🇪🇦 (@marecuencopp) January 4, 2025
En una entrevista, Martín criticó la decisión de algunos ayuntamientos del PP, como Leganés, de no aplicar la tasa, y recordó que la ley está vigente y es de «obligado cumplimiento». Según el delegado, los municipios que se niegan a implementar esta tasa están «desafiantes» ante la normativa y, por lo tanto, podrían enfrentarse a consecuencias legales.
Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha pedido a los municipios «insumisos» que cumplan con la ley, aunque no estén de acuerdo con ella. No obstante, Ayuso ha aprovechado para criticar duramente al Gobierno de Sánchez por lo que ha calificado como un “hachazo fiscal” a los ciudadanos, aunque también ha destacado que, a pesar de su postura en contra, los gobiernos autonómicos del PP cumplirán con las leyes, “las que nos gustan y las que no”.
División política y conflictos entre administraciones
Lo cierto es que la postura del alcalde de Leganés ha dejado al descubierto la división interna que existe en los municipios del sur de Madrid respecto a la aplicación de esta tasa. Mientras que algunos ayuntamientos gobernados por el PSOE ya han comenzado a implementarla, otros, como Recuenco, han decidido no aplicarla, apelando a una gestión más responsable y menos gravosa para los vecinos.

Desde el Gobierno local aseguran que no se trata de un acto de rebeldía, sino de una decisión basada en la sostenibilidad económica del municipio y el bienestar de los vecinos de Leganés.
En cualquier caso, parece que el debate sobre la tasa de basuras va a ser un tema candente a lo largo de estos meses. Más que nada porque la postura de Recuenco ha encontrado respaldo entre muchos vecinos, que pelean por sus intereses como es lógico.
Por ahora, la resistencia en Leganés se mantiene. Aunque, como suele suceder en estos casos, las promesas de que «no subiremos impuestos» pueden ser más fáciles de hacer que de cumplir. La verdadera pregunta será si el «tasazo» de basuras realmente acaba siendo un sobrecoste en los bolsillos de los madrileños o si, por el contrario, el Gobierno se ve obligado a revisar sus estrategias fiscales.