
EDITORIAL| La desesperación de Sánchez y la resaca electoral de las europeas del 9-J
Si en las elecciones europeas del próximo 9 de junio el PP le saca 10 escaños al PSOE; la resaca del lunes será muy dura para Sánchez. Si quedan en casi un empate, la resaca dolerá en la sede de Génova, 13.
Si Sumar se hunde e Irene Montero ni aparece, Sánchez habrá conseguido su objetivo de fagocitar lo queda a su izquierda y la resaca del lunes dolerá a los herederos del ‘Sí se puede’.
Si un ‘outsider’ como Alvise Pérez logra representación, y la inmunidad parlamentaria que busca y no lo niega, los dolores de cabeza de la resaca electoral se sentirán con especial intensidad en VOX porque entenderán que quedan votantes a su derecha y ésos ya se tornan irrecuperables.
Si el independentismo, al que perjudica la circunscripción única, obtiene un resultado ridículo, Junts y Puigdemont quedan fuera, y la resaca se vivirá de manera especial en el Parlament, que ese lunes 10 se constituye y tiene que elegir al presidente del que dependerá que Salvador Illa pueda presentar su candidatura a la presidencia de la Generalitat.
Una alianza de separatistas, desde Junts per Catalunya hasta la CUP, pasando por Esquerra Republicana de Catalunya, dejará al ganador de las elecciones catalanas con la sonrisa del fracaso, de un nuevo fracaso, en la cara; con Sánchez en Madrid más débil todavía en el Congreso y con la perspectiva de unas nuevas elecciones en Cataluña que podrían, porqué no, hacerlas coincidir con unas generales.
Las elecciones europeas se han convertido en un plebiscito sobre Sánchez y la corrupción que le rodea tan íntimamente, el futuro de la derecha, la independencia de Cataluña, en definitivamente, el porvenir de España, que se ve en una de esas encrucijadas que tanto nos han aquejado históricamente.
Y Sánchez, acorralado por la citación a su esposa como ‘investigada’ (se entiende que imputada) se descuelga con una nueva ‘carta a la ciudadanía’ que es una nueva sarta de mentiras que difícilmente engañará a nadie medianamente enterado.
En el despropósito, se descuelga el presidente del Gobierno con varias mentiras y la primera ésta: “Mi esposa y yo hemos tenido conocimiento hoy mismo, a través de los medios de comunicación, de la citación a Begoña como investigada el próximo día 5 de julio”.
No hombre, su esposa y él conocen la citación, porque se lo han comunicado su abogado y su procurador, la citación y la fecha. ¿Quién lo ha filtrado a los medios? Cualquiera, probablemente el propio Sánchez, su abogado o su procurador.
Culpa de su desgracia a “una coalición reaccionaria capitaneada por el Sr. Feijóo y el Sr. Abascal -o por el Sr. Abascal y el Sr. Feijóo, tanto monta monta tanto-, para usar todos los medios a su alcance con el fin de quebrarme en el plano político y personal”. Lo cual supone que el juez es partícipe de esa “coalición reaccionaria” y el jefe del Ejecutivo está, por tanto, despreciando al Poder Judicial y dejando al magistrado a los pies de los caballos.
Y es que el intento de Sánchez por involucrar a la ciudadanía en su impostura no tiene más razón que una: está desesperado, la Justicia le acosa en su matrimonio y el próximo domingo puede pagar muy caro su descaro y el de los que le rodean.