sara hernandez

Se nos echan encima unas nuevas elecciones municipales, pero hay viejas tradiciones que no cambian con el paso de los años. Como esas prisas del mal estudiante que les entran a no pocos gobernantes que han vivido en la inopia durante cuatro años y que ahora, cuando se avecinan unos comicios en los que se ventila dinero y poder a espuertas, tratan de recuperar el tiempo perdido poniendo la ciudad ‘patas arriba’ y recuperando proyectos que parecían dormir el sueño de los justos pero que resucitan como por arte de magia.

Sara Hernández es una de esas mandatarias de errático deambular durante toda una legislatura que se dejan los deberes para el último día. Cierto es que más vale tarde que nunca, pero las cosas deberían hacerse de otra manera. Sobre todo porque la inconsciencia de los de arriba siempre la acaban pagando los de abajo, esos sufridos vecinos que después de tres años y pico de abandono han visto cómo en los últimos meses arterias de media ciudad eran levantadas al unísono.

La alcaldesa de Getafe es una de esas mandatarias de errático deambular durante toda una legislatura que se dejan los deberes para el último día

Todas a la vez. La avenida de las Fuerzas Armadas, la avenida Reyes Católicos, la avenida de la Libertad, la avenida John Lennon…y así hasta el infinito y más allá. ¿No hubiera sido más lógico que los trabajos se hubieran desarrollado desde mucho antes y sin generar un colapso urbano de padre y muy señor mío?

Seguramente un escalonamiento de las obras, que a la postre siempre resultan beneficiosas, hubiera resultado menos traumático, pero a estas alturas pedir sentido común a la alcaldesa y a su cohorte de asesores se antoja más estéril que montar una empresa de ‘iglús’ en el desierto de Gobi.

Los vecinos de San Isidro volverán a disponer de una instalación deportiva en condiciones para cuando Jordi Hurtado entregue los papeles de su jubilación

Eso por no hablar de su catastrófica gestión del proyecto estrella de la legislatura que ya toca a su fin: la construcción del nuevo polideportivo de San Isidro. Así lo aireó a los cuatro vientos allá por mayo de 2015 y así lo ha reiterado cada vez que ha tenido ocasión. Estos días ha anunciado a bombo y platillo la adjudicación de la primera fase de las obras y encima se ha jactado de ello cuando la realidad es que la instalación ha estado abandonada a su suerte durante cuatro años. Ahora es tarde para disimular su descomunal ineficacia.

Ahí están las fotos que les ofrecemos -tomadas esta misma semana- para corroborar que el recinto sigue siendo un erial y que a este paso los vecinos del barrio de San Isidro volverán a disponer de una instalación deportiva en condiciones más o menos para cuando Jordi Hurtado, el eterno presentador de ‘Saber y Ganar’ entregue los papeles de su jubilación.

Vista panorámica de los terrenos del antiguo polideportivo de San Isidro, que permanecen absolutamente yermosY qué decir de los trabajos que se llevan a cabo en la Biblioteca Central cuyo periodo de ejecución ya se ha duplicado con respecto a los plazos fijados de antemano y cuyos usuarios están ya que se suben por paredes. O del deplorable estado que presenta la plaza de toros sin que se mueva un dedo para recuperar tan simbólico espacio.

Criticar al que manda es algo consustancial al género humano en los tiempos que corren, pero es que en Getafe se da la circunstancia de que el actual equipo de Gobierno nos lo está poniendo demasiado fácil.